Detras de las trincheras

La zanja de Pedro

Posteado el 15 Set 2013 por Walter Marquez   |   ,   

Dias después de inaugurar la temporada taruchera en Rosario con los chicos de LureCast, teníamos fecha para que nuestra banda volviera a tocar en San Nicolas. Lamentablemente otra vez el clima auguraba tormenta. A mi en lo particular la lluvia no me asusta, salvo que venga acompañada de rayos, pero sí, el viento. Cuando Eolo sopla fuerte se hace muy difícil la pesca al golpe y ni hablar de pescar taruchas, se ensucia el agua y las turras se esconden en el repollito a la espera de mejores condiciones.

Por eso ante el anuncio de ráfagas de 50 km, volvimos a suspenderle Juampi Codina y a replantear estrategias. La ventana de clima medianamente aceptable para pescar se daba el jueves con poco viento y tormenta a la tarde. Juampi no podía ese día asi que rumbeamos hacia otro destino, las trincheras de Pedro Prats.

  

Ya con el destino confirmado tuvimos la baja, por el cambio de fecha, de Mariano, con lo que se sumó Ariel y junto a Angel, Telmo y quien escribe terminó siendo el team de la fecha. A las 8 de la mañana nos encontramos con Pedrito en el embarcadero de San Pedro, y salimos, bajo un cielo totalmente nublado y un viento un poco mas intenso de los pronosticado rumbo al primer point de pesca.

Asi llegamos a la famosa Vuelta de Obligado donde intentamos unos tiros al dorado que suele comer en las profundidades del lecho pétreo. Tuvimos un pequeño percance ya que Angel debutaba en el baitcast y preparando el equipo tuvo una galleta que ocupó al resto de la embarcación por un rato.

Ya solucionado probamos sin tener respuestas en la zona, con lo que partimos nuevamente hacia otro point, las costas barrancosas del Paraná. En ese momento el río crecía enviando nuevamente el agua a los campos inundados con lo que tampoco tuvimos actividad alguna de salminus maxillosus. Con esta perspectiva y con el viento portándose no muy bien, cambiamos de rumbo y de especie. Hoplias mallabaricus era la opción, un gran canal alivianador que hcieron en el campo el destino.

  

Ya al llegar vimos un gran terraplen de tierra que costó muchísimo escalar para ahí si, en su cumbre, ver que caía de igual forma al otro lado para encontrarse con un canal acuífero de no mas de 2 o 3 metros de ancho en su parte mas ancha y de un largo que se perdía de vista hacia ambos lados…lo que se podría decir, toda una trinchera.

La guerra de trincheras era una forma de hacer la guerra, en la cual los ejércitos combatientes mantenían líneas estáticas de fortificaciones cavadas en el suelo. Estos huecos eran cavados de 1 a 2 metros de profundidad y se conectaban con otros para mayor movilidad de los bloques de combate. Las trincheras nunca eran rectas, sino que se cavaban en un esquema dentado, que convertía la línea en segmentos conectados por traviesas. Esto implicaba que un soldado nunca podía ver más de 10 m aproximadamente a lo largo de la trinchera. Con ello el enemigo no podría enfilar la trinchera completa si lograba ganar acceso a algún punto y, si caía una bomba en alguna trinchera, la fragmentación (a menudo llamada incorrectamente metralla) no podría llegar muy lejos.

Cuando los soldados se acercaban a la trinchera enemiga la la asediaban lenta e inexorablemente para ver el los puntos flojos donde realizar el ataque final. En el desembarco se buscaba al enemigo escondido en estas trincheras, en los cientos de recovecos que la misma poseía en su interior.

  

Ya habiendo cruzado la pared de tierra protectora de la trinchera, nos posicionamos en el lugar. La miramos de punta a punta a vista de nuestros ojos y analizamos detenidamente por donde y con armamento tendríamos que atacar el lugar.

La superficie en ese pinto presentaba algunos repollos tupidos hacia nuestra derecha, repollos con claros en nuestro frente, y agua despejada de vegetación hacia nuestra izquierda. Optamos por empezar en el repollo con implementos antienganche del tipo ranas con cucharitas, highlander y afines.

     

Contra los repollos no se dió actividad, mientras que en el frente, en los claros, comenzaron a aparecer algunas hoplias medianitas reaccionando a engaños específicos. En punta Telmo con un Havoc craw fatty traileado con una cucharita delante, no perdonó una. Angel y Ariel a puro spinnerbait Terminator lograban una gran performance y yo comencé la jornada usando el chatterbait de Zman, primero el original de ½ onza y después el Chatterfrog de 3/8 onza, una locura lo bien que andan estos artificios.

La pesca era buena aunque no era regalada. El viento, a pesar de estar bajo el terraplen, se sentía en superficie, con lo que el agua no calentaba y las hoplias no salian a superficie, salvo en contadas ocaciones.

     

Si se acertaba en el señuelo se producían ataques, si no, pasaba desapercibido el engaño. Otro tip que nos funcionó bien era traer el señuelo lo mas lento posible, inclusive tuve muchos piques en que a pez visto dejaba el engaño en la boca del animal y este jugueteaba de acá para allá y al clavar se desprendía.

Empezamos a movernos hacia nuestra izquierda en busca de la zona libre de vegetación, que para ese sector se hacia casi total. Angel a  puro spinfish de Alfers y Ariel con un pescadito de goma con cucharita de surfish no pararon de clavar taruchas. Con Telmo empezamos a probar señuelos con suerte dispar, algunos andaban bárbaro otros nulos.

     

En este trayecto de la jornada y probando variedad de señuelos logré buenas capturas con algunos cranks que no suelo tirar al agua y son como las joyas del abuelo. Uno fue el hula dancer de Arbogast, señuelo de los años 40 (el mío es de la serie de los 50), que logró excelentes capturas, otro un señuelo español que allá es muy usado y buscado para el bass, el Granbass 2002 de la desaparecida marca Granbass.

También pude probar con gran éxito el Super Bait semi deep de la brasileña Moro que me regaló la pieza mas grande de la jornada. Otras cosas que probé con suerte fueron el Super Minnow Vibrax 4 de Blue Fox, y los infaltables caseros de Telmo (esta vez fueron una bananita y el Spinnerbait plumífero).

     

Con la jornada ya avanzada en tiempo nos fuimos a almorzar para tratar de descansar para la última hora. Una vez de vuelta en la trinchera duramos poco, en quince minutos pasamos de un dia gris a uno negro con un viento violento y con lluvia incipiente.

Cargamos todo y partimos raudos para puerto, ya eran las 16.30 hs y la jornada estaba hecha, no valia la pena arriesgarse a un regreso peor por media hora mas de pesca. Igualmente la vuelta fue bastante mojada ya que arreció el agua, por suerte el viento amainó y el cruce del Paraná fue húmedo pero tranquilo.

     

Ya en destino y tras el mas que necesario cambio de ropa, la charla transcurrió en lo abundante y fructífero del día pesqueril.Mucho pique, no regalado, probando cosas nuevas, y con la suerte de poder casi terminar la jornada completa. La batalla estaba terminada y, aunque ,técnicamente sigue infectada de tarariras, nos dimos por justos ganadores.

El comienzo de la temporada 13/14 a sido muy auspicioso con la salida anterior a las cuevas Rosarinas y con esta visita a las trincheras de San Pedro, ojalá se de todo lo bueno que ya está prometiendo y cumpliendo nuestra amadísima hoplias mallabaricus.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

Contactame

Si necesitas algun dato no dudes en contactarme