Justo a tiempo
Posteado el 27 Jul 2024 por Walter Marquez | ,
Dice el refran que "Dios aprieta pero no ahorca". Y a nosotros, con la pesca de este año, nos venía apretando mucho,mucho. Solamente 3 salidas en el año con un fracaso en el rio de la plata y dos pobres en Madariaga. Necesitábamos que dejara de apretar antes de ahorcarnos.
Para colmo, a un mes de volver al Amazonas, no quería ir sin haber torcido la suerte adversa que traíamos. La tranquilidad de dar vuelta la taba era fundamental antes de tamaña salida que se venía.
Con los datos de que la actividad de dorados seguía muy firme en el río Uruguay, y teniendo en cuenta que ya no teníamos guia o data precisa en el Parana bajo, optamos por hacer un intento en un pesquero que todavía no habíamos ido nunca, o casi nunca.
Concordía yo la había visitado, pero solamente en la represa, desde el lado uruguayo, cuando fuí por los trofeos de ese lugar mítico. Pero nunca fuimos a relevar el pesquero en general,aguas abajo de dicha represa, desde la tortuga alegre hasta salto chico o mas allá.
Con el contacto de un guía recomendado, partimos hacia Concordia temprano Damián, Victor y quien escribe, para llegar por la noche, aprovechar de dar una vuelta a la ciudad, y comernos un rico asado en la posada donde dormiriamos cómodamente.
Ya por la mañana, con las ansias a flor de piel, nos encontramos con Martín Comas, quien oficiaría sabiamente de guía en la salida, en la bajada de lancha detrás de la tortuga alegre. Saludos de rigor y al agua pato, en busca del sueño dorado.
Salimos a río abierto y desde ahi nomas se veía la mítica pared de la represa Salto Grande. Ahi nomas a mano, y sin poder entrarle, o por lo menos, eso creíamos. Arrancamos justo en frente de la tortuga alegre en unos grandes remolinos que se forman por el fondo pedregoso del point.
Lo primero a entender es que esta pesca es distinta a la habitual que hacemos de tirar a los palos o accidentes geográficos. Acá, por lo general, es tirar al medio del río, donde el guía conoce la formación del lecho rocoso, y nos avisa cuando y para donde está. El dorado acecha en ese fondo y sale a cazar con vehemencia a presas perdidas en el remolino.
Asi arrancamos la pesca con bananas pala 1 y 2. Al cabo de unos cuantos lances y cuando Martin nos marcó que estábamos en la zona caliente, Victor clavó un hermoso dorado que peleó con fiereza. Unos metros mas allá me tocó a mi con otro precioso bicho que vendió cara la derrota aprovechando la fuerza del agua que corre en esta zona.
Hicimos varias pasadas en la zona antes de hacer una primera acercada al límite de la represa. Este límite está marcado por banderas rojas en cada costa, donde si uno se pasa, entra en la zona de exclusión de la represa y gendarmería de ambos países salen a corrernos. Igualmente, las lanchas hacen entradas cortitas hasta unos 100 metros pasados del límite para salir raudos del lugar ante la presencia de los gendarmes
Allí aparecieron algunos doraditos mas, yo usando el magnum shad rap 12 de rapala y los chicos bananas pala 2 de donkb. Esa primera excursión que hicimos fue al límite pero no entramos a la zona, porque estábamos tanteando el panorama. Igualmente los dorados dieron presencia en el lugar con muy buena actividad.
Ya a media mañana y con bastantes lanchas pescando en nuestra zona, optamos por movernos. Tras unos cuantos minutos de navegación llegamos a lo que se llama Salto Chico, otro emblemático point de pesca de Concordia.
Esta zona tambien es un fondo tremendamente pedregoso, donde los dorados acechan en las correderas que se forman. Ahi probamos de a ratos con pala 1 y2 para bajar a la piedra y de a ratos con sliders, tipo glidind de rapala o alguno de marca nacional.
Estos últimos los usamos para una isla sumergida en el medio del cauce donde pudimos ver actividad de dorados que se acomodaban sobre la isla para acechar en las correderas laterales. Ahi tuvimos en cada pasada buena actividad, con alguna sorpresita. de parte de los chicos. Aunque yo en ese rato estuve bastante desafortunado, con poco pique para errar.
Ya con varias pasadas y capturas decidimos volver desde Salto Chico a puerto a buscar el almuerzo. Allí nos proveyó la cabaña unos sandwiches de milanesa monumentales que regados con buena cerveza y un relajado descanso, nos dejó listos para iniciar la última etapa del día de pesca.
Allí decidimos ir de nuevo al límite de la zona de exclusión, ingresando esta vez unos cuantos metros mas allá del límite, buscando el lecho pedregoso. Acá sabíamos que no estábamos en el hot point de los chanchos, pero que si estaba latente la posibilidad de cruzarnos con alguno de ellos.
En estas pasadas me llegó la hora feliz para poder ponerme a la par de los chicos que habían pescado mejor por la mañana. El señuelo debía pasar pegandole a las piedras del fondo y en esa situación, el super shad rap de rapala resultó infalible (me dejó los brazos a la miseria).
Ya avanzada la tarde seguimos firmes con los piques con bananas pala 1 o pala 2 que bajara hasta las piedras que no estaban tan profundas. Apenas pasábamos a la zona de exclusión, la gendarmería se ponía densa con micrófono en mano para hacernos salir. Eramos muchas lanchas, por lo que finalmente optaron por bajar con un cuatri a recorrer la zona y alejarnos definitivamente con su presencia.
Igualmente metimos varios pescados mas, ningun chancho pero muchos de porte respetable entre 2 y 5 kilos. La jornada termina con una docena de capturas por cabeza e infinidad de toques, piques y ataques fallidos. Un dato a tener en cuenta es que la mayoría de señuelos se utilizaron con anzuelos simples que dan mejor seguridad una vez que el pescado está clavado.
Con la jornada terminada no queda mas que volver a puerto con una sonrisa de oreja a oreja. A un mes de embarcarnos en una nueva aventura amazónica necesitábamos sacarnos la mufa de varias salidas trunchas que habíamos tenido en este 2024./p>
Concordia nos regaló un pescón, en un lugar muy cómodo para venir y disfrutar. Sumado a que encontramos un gran guía como Martin Comas, que fue atento y preciso con las indicaciones, podemos decir que Dios aprieta pero no ahorca, volvimos a encontrar un point de pesca que volveremos a visitar con asiduidad.