Eolo2

Recargado

Posteado el 13 Dic 2020 por Walter Marquez   |   ,   

Despues de nuestra aventura pesqueril en Gualeguay y la dura batalla que tuvimos con Eolo, nos quedamos con ganas de mas. Así fue que con el equipo a pleno (con el regreso del enano gula gula) tomamos las armas y encaramos rumbo a San Pedro,donde habíamos tenido nuestro primer encuentro post pandemic.

Bien temprano llegamos a puerto donde nos encontramos con el amigo Pedro Prats. Embarcamos bajo un cielo celeste y nada de viento. Este es nuestro día, pensamos, río en buenas condiciones y clima ameno, hoy se la pegamos. Pero como dice la frase de ese entrañable mago argento que ya no está con nosotros "PUEDE FALLAR!".

  

Ya en la navegación a río abierto empezamos a ver que Eolo comenzaba a hacerse presente y el cruce del Paraná se hizo bastante movidito. Nos adentramos en el Sepultura y a navegar despacio ante la poca agua que se veía. El destino era un cruce de arroyos a donde la profundidad podría darnos un poco de condiciones para buscarlas.

Al llegar, ya había dos lanchas, y se nos daba la misma contra de la última vez, poca agua, pocos lugares pescables y con gente ya pescándolos. Por suerte, Pedro nos dice, estos no saben pescar el lugar, se pusieron en la costa de enfrente con el viento pegándoles y con poca agua. Nosotros nos anclamos en la costa mas alta, cubiertos por maleza y en la zona mas honda. De ahí lanzábamos hacia la costa de enfrente, no demasiado cerca de los otros pescadores y las traiamos a agua profunda. El arranque lo hicimos con Lipless y alguna goma arrastrando el fondo. No había margen para superficie en ese momento.

  

Al cabo de un rato tuvimos las primeras capturas, muy tímidas en el ataque, apenas una frenadita, con el Clakin Rap de Rapala, y con el Iron Head de Marine Sports. Así fuimos subiendo un par de piezas Ariel y yo, al rato Victor y Dami probaron con Spinnerbaits y tuvieron muy buena respuesta. Todos al Spinnerbait entonces! Siempre es lindo poder variar y ya los Lipless aburrian un poco.

Seguimos batallando con capturas trabajosas, pero siempre, con respuestas. Eolo se seguia haciendo sentir con lo que la superficie era imposible pescarla. De fondo empezamos a ver una tormenta apoteótica que se armaba y amagaba con venir hacia nosotros o girar y pasar de largo. Así estuvo un buen tramo hasta que se decidió ir a para Gualeguay y dejarnos en paz.

  
  

Despues de la buena efectividad de los Spinnerbaits se cortó el pique y volvimos a los Lipless. Ahi mejoró de nuevo el pique con el Rippin Rap de Rapala que usaba Dami como "el señuelo". Yo segui con con otro Iron Head, Victor con un Clakin y Ariel con una goma lastrada en un Chaterbait que logró alguna buena captura.

Algo para destacar fue como,en un pique de una buena taru, se partió al medio mi caña Sumax The Flash. Seguramente estaba golpeada, sino es inentendible la forma en que estalló con una tarucha medianita en la punta. Pedro me dijo que posiblemente la pasé en la clavada y, quizas, tenga razón, pero no es la primera ni la última vez que le doy guacha asi a una caña y jamas se había partido y menos tan cerca del mango.

  
  

Llegado el mediodía decidimos movernos hacia otra zona mas adentrada donde Pedro nos dijo que la costa podría tener tesoros y, de paso, teníamos lugar para armar la parrilla para almorzar. Ahi Ariel y yo nos bajamos de la lancha y Dami y Victor se quedaron probando desde la misma. El pique estuvo, raro, pero estuvo.

Victor aprovechó para tener algunas capturas con el bent minnow, un subsuperficie tremendo para las tarus, y con otro twitchbait poderoso, el red pepper de Tiemco. Nosotros, desde la costa, probamos con ranas y cucharitas con respuesta diversa.

  
  

Ahora si, asado de por medio, a descansar a la vera del río y a disfrutar de ese momento único que depara la pesca. Análisis, replanteos y nuevas estrategias es lo que se charla en ese momento, para despues pasar a devorar los placeres cárnicos servidos y relajar la cabeza hasta el infinito.

Ya con la panza llena hicimos algunos intentos desde la costa donde tuve suerte con mi Iron Head para un par de capturas. De vuelta en la lancha probamos tirar río abierto con gomas y con el inefable walker de donkb donde Victor tuvo un rush tremendo con este señuelo, hasta que todo se calmó.

  
  

Volvimos sobre nuestros pasos con la lancha al lugar donde todo se había iniciado, probando con los interminables lipless. Dami tuvo alguna buena captura y yo tuve mi hora feliz con varios piques ataques al Iron Head. Ya cansados dimos por terminada la ventosa jornada y regresamos a puerto, donde antes de cruzar el Paraná y, como parte de una mala broma, el viento desapareció por arte de magia. Cosa de no creer.

Costó pescarlas, tuvimos que usar técnicas que no son muy divertidas, y sufrimos mucho el viento en cada lance, en cada galleta que se armaba en los reeles por las ráfagas. Pero como siempre, valió la pena presentar batallas y tuvimos nuestra recompensa. Esperemos poder despedir este espantoso 2020 con una salida mas, y si no, chau 2020, no vas a quedar en nuestros recuerdos bajo ningun punto de vista.

  
  

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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