Walter Marquez Pesca deportiva

Un mes despues de la tremenda salida a la Salada de Madariaga nos propusimos hacerle otra visita. El rinde seguía muy bien, segun las redes sociales, y la oportunidad de repetir para encontrar ese pescado soñado estaba al pie del cañon, era solo tomar la desición y partir.

Programamos con tiempo la reserva de dormi y tracker con guia. Al acercarnos a la fecha tuve la mala fortuna de que mi señora tuviera COVID y, ya a una semana, yo empecé con una tos tremenda. -Contagiado, soné- pensé. Por suerte no fue asi, era una tremenda bronquitis que me tuvo a maltraer casi hasta el mismo viernes que viajamos. Le puse el pecho(nunca mas gráfico) a la situación y fui igual.

Llegado el viernes empecé a mejorar y le dimos para adelante. Fuimos de la partida el mismo team compuesto por Victor, Ariel, Dami y quien escribe. Ya llegados al pesquero no comimos un regio asado, bien regado y nos fuimos a dormir placidamente en el dormi.

A la mañana, motivados por un excelente día, partimos nuevamente con nuestro guía Ezequiel. Lamentablemente fue bastante accidentada, al haber muchas lanchas saliendo muy despacio, se le calentó el motor al taparse la bomba de agua con tanto pasto y tan poca agua. Despues de media hora de cancha barrosa logramos meter marcha rumbo al espejo.

No navegamos mucho ya que Eze nos dijo que el pescado estaba cerca. Asi arrancamos contragarete con boyas lastradas y mas experiencia gracias a la salida del mes anterior. El que arrancó con todo fue el guía metiendo unos lindos pescaditos de entrada. Yo, despues de unos cuantos piques de dientes, comencé a sacar algun que otro pejerrey mezclado de tamaño medio, nada sorprendente.

El viento fue mejorando y, de a poco, todos fuimos logrando capturas medianamente decentes. La pesca no se presentó tan fácil, había que clavar todo lo que se cruzaba, asi erráramos muchos piques. No era cuestión de ser delicados y esperar llevada para un lado o para otro, a veces el pique era una paradita y una hundida donde la mayoría era un dientudo espantoso y las menos un pejerrey mañoso.

Asi seguimos con el lento contragerete. Yo aproveché la experiencia anterior y, como tenia una linea cortada con dos boyas, le agregué un puntero pescador lastrado que me permitió lances muy lejos y aprovechar mejor el contragarete. Esto de daba mas tiempo la línea en el agua, vital para esta técnica tan extraña.

Con el viento ya mas firme empezaron a aparecer algunos lindos matungos. Yo logré alguno respetable que me planto la cañita y me pidió copo. Pero la estrella de ese rato feliz fue un divertido momento que surgió cuando Ariel se puso a buscar una cerveza en la conservadora mientras tenía la linea en el agua.

Un pique furibundo no le dió tiempo a tomar la caña. Damián la levantó y clavó con firmeza obteniendo una hermosa lucha con un resultado impensado. Hermoso pejerrey de 1 kilo que Ariel se perdió por una cerveza Miller, lo que bautizamos como el Miller Time, jajajaja.

Ya con la panza llena siguió destacándose Damian con un par de dobletes, cosa que como venía el día, era algo nada despreciable. El resto batallábamos mas con dientudos salvo el asesino serial de Eze que seguía con buen timming y resultados.

Cuando la actividad amainó casi totalmente Eze decidió ir a un lugar que no habíamos ido la salida anterior, la mesa. Este lugar son grandes limpiones entre los juncos donde pudimos entrar despacito y donde se tuvo que bajar del bote a empujar por la falta de agua en algunos lugares.

Al llegar con otra lancha nos acomodamos y vimos que ellos empezaron a tener pique tímidamente, suponemos porque estaban con un poco mas de agua en la boca de entrada. Asi cuando se corrieron a otro claro nosotros pudimos ocupar ese y tener algunas buenas capturas (algunas mas que buenas).

El pique era sutil y había que clavarlo al instante porque enseguida largaba. En un momento tuve un hundimiento total de boya que clavé y que me enmudeció la caña. Cuando pensaba que traia al abuelo de los pejerreyes pegó un salto mostrandose una hermosa tararira. Tremenda captura con equipo sutil!

Para el fin de la tarde volvimos a salir a laguna abierta en busca de mas actividad. Algo de ella conseguimos, entre pique raleado de dientudos. Ahi el viento soplaba mas decente haciendo que las boyas volvieran rápida en el contragarete.

Asi dimos por terminada la jornada con buena actividad, bastantes capturas y el sabor de que nos faltaron mas matungos de esos grandes del mes pasado, aunque algunos lindos salieron.