La chapa radiactiva
Posteado el 09 Abr 2011 por Walter Marquez | ,
Pesquita de dorados? Pero como no! Pero no tengo ganas de viajar 3 horas para encontrar buenos cabezones. Entonces pesquemos a 5 minutos de casa! Este diálogo que parece una propaganda de radio vieja, es en realidad una oportunidad única que se viene dando esta temporada y hay que aprovecharla.
Asi salió pues esta salida al Rio de la Plata, a la zona de las usinas que el fin del año pasado habíamos pescado tan bien de costa, pero esta vez, embarcados. Si, una guiada a 5 minutos de casa, ¿valdría la pena? O si, y como.
El equipo lo conformamos con Angel, Nico, Martin y quien escribe. Llegamos a las Marinas de Costanera Norte donde nos embarcamos con el capitán Agustín de RioMar Pesca. Y ahi nomas comenzamos la navegada bajo un cielo encapotado a la primer Usina eléctrica, la de la calle Chavarri.
La pesca en este lugar es única, tanto por lo extraña como por lo técnica. El lugar, una salida de agua caliente que viene de los enfriadores de la Usina eléctrica y hace que se junten en esas aguas calientes las especies forrajeras a protejerse del frío, por ende, las especies cazadoras se acarduman a comer en el lugar.
En cuanto a la técnica, tambien tiene sesgos únicos, ya que los accidentes geográficos son de los mas excéntricos, por asi decirlo. El lanzamiento debe caer dentro del piletón de la usina tratando de evitar el puente peatonal que lo cruza. La tracción debe ser rápida para que el señuelo logre trabajar en una corriente violenta y cruzada desde la posición en la que nos anclamos.
Ya los primeros lances dieron resultado, era embocar adentro algun señuelo paletudo o algun lipless bien pesado que baje rápido y conseguir los primeros cabezones rabiosos de la zona.
A medida que transcurrió la mañana le fuimos encontrando el timming al lanzamiento y a la tracción de trabajo de los señuelos con lo que la pesca se volvió realmente excelente, con buenos portes, y con mucha actividad en la zona.
Lo mejor que anduvieron durante ese rato fueron las bananas de alfers con paleta no tan larga para no rompernos los brazos en la recogida. El pescado ya se había activado y se lo encontraba en las capas superiores de agua, con lo que la pesca se hizo mas llevadera.
Lamentablemente, y como ya lo sabíamos, la zona esta prohibida para su pesca, a pesar de que van muchos a pescarla. El tema es que cuando se acercan desde la costa de gendarmería pidiendo que nos retiremos no hay mas tutía que hacerlo, y asi fue como nos pasó llegando al mediodía..
Ante la atropellada de gendarmería optamos por navegar unos cuantos km. mas e ir a la otra Usina, la que nosotros ya conocíamos de pescarla desde la costa, usina costanera sur. Al llegar el río estaba muy cargado de agua y se hacía difícil mantenerse en pie al ser mucho menos reparado del viento.
Le hicimos unos cuantos intentos pero la actividad era infinitamente inferior a la que tuvimos en la usina norte. Igualmente Martín clavó un pescadazo tirandole bien al chorro de agua caliente donde se acumulan los doradetes. Viendo que la cosa estaba dificil decidimos volver mas cerca de la costa y a reparo almorzar tranquilos.
Ya con la panza llena se nos presentaba la disyuntiva. Nos quedaba no mas de una hora, hora y media de pesca y teníamos que decidir que hacer, o la gastábamos en la usina sur donde el pique estaba muy dificil pero no tendríamos problemas para pescar o nos jugábamos a una pasada por la norte donde estaba onfire el lugar pero del cual ya nos echaron. Si llegábamos y nos rajaban se acaba la jornada ahi mismo.
Finalmente, y teniendo en cuenta que la pesca ya la habíamos hecho, decidimos ir a la Norte. Si no estaba gendarmería o tardaba en llegar algunos peces le metemos, y si no estan redondeamos la pesca en el lugar. Al llegar, medio tímidamente y no tan cerca de la boca comenzamos los lances viendo que no había nadie controlando. Ahi Martín y Angel metieron sendos pescados, preciosos y rabiosos, que nos volvió a entusiasmar.
Ya envalentonados, nos acercamos a la boca de la usina y nos posicionamos lo mejor posible. Ahi comenzó el rush violento de piques de doraditos nerviosos que nos regalaron el final de jornada merecido. Yo no paré de pescar con el XR100 de Xcallibur y con el Iron head de Marine Sports. Por el otro lado nico con un RNR8 de Rapala estaba tremendo.
Para cerrar, fue una jornada apoteótica de pesca de dorados a 5 minutos de mi casa, algo totalmente impensado hace algun tiempo y que hay que tratar de aprovechar al máximo, porque todo lo bueno dura poco.
