A veces no

O los misterios insondables del Rio de la Plata

Posteado el 03 Jul 2021 por Walter Marquez   |   ,   

Dos meses pasaron ya, mas de 3 salidas suspendidas algunas por clima imposible otras porque la maldita pandemia volvió a arreciar y nos volvieron a encerrar. Dos meses con unas ganas de pescar tremendas hasta que por fin se acomodó todo para poder volver a salir y pescar......o no.

Salida nuevamente al río de la plata de la mano de Agustín de RioMar pesca...o no. Con todas las condiciones (climáticas, pandémicas, del río, del pique) a punto..o no. La pesca sigue manteniendo ese misterio en su esencia que hace que por mas que tengamos todos los checks necesarios para una pesca maravillosa, a veces no.

  

Salimos el team Damian, Victor, Ariel y quien escribe rumbo a la Marina de Costanera Norte. Ya, bien temprano, arranqué con un inconveniente presagiador, me quedé domido y me despertó el celular con Damían que ya me esperaba abajo. Presagiador, sin lugar a dudas. Llegamos en hora porque apuramos todo el trámite de recogida del equipo.

Al llegar, vemos que en vez de subir a la lancha de Agustín, el guía que nosotros expresamente habíamos pedido con mucho tiempo de antelación, nos suben a la lancha del padre. Yo ya había salido con él, y en la comparativa me daba que la calidad del servicio de Agustin era infinitamente superior. Nuevamente presagiador.

  

Igualmente salimos con el padre de Agustin. Navegamos suavemente durante un buen rato hasta alejarnos medianamente de la costa hasta la zona que llaman WiFi porque es donde se corta la internet de los celulares en playa honda. Armamos equipos y al agua. El viento era del Noroeste bastante mas intenso de lo pronosticado, pero muy acorde a lo que se necesita para la pesca del pejerrey.

El río estaba en creciente, lo que auguraba movimiento de agua, algo bueno para esta pesca. Que mas pedir?Si, que aparecieran los pejerreyes. Fueron un par de horas de ver navegar las boyas sin nada de actvidad. Realmente frustrante.

  

Al cabo de un buen rato de no ver nada, Victor y Ariel tuvieron sus primeras capturas de "pirulines" como le llamamos nosotros a los pescados que no llegan ni siquiera a la media para ir a la sarten. Obviamente estos peces volvieron a su hábitat con el menor daño posible para que crezcan.

Yo venía teniendo un problema con la línea, mas precisamente con la bigotera, que era un poco mas grande, blanca y trabajaba hundida con lo que no me sentía cómodo con la visual. Victor me dice poné la bigotera de la última salida que había funcionado tan bien. Así pues cambio en la línea y la bigotera de la marca Big Float, de polietireno expandido, con formato banana y en color negro y rojo salió a la cancha.

No tardó en hacer el segundo garete cuando una corrida tremenda en la línea, a unos 80 metros, me marcó el momento, cavada profunda para llegar al final de la línea y caña que se queda muda, como le decimos en la jerga pesqueril,cuando del otro lado hay algo importante luchando. Pelea dura en la traída, y cuando llega a destino un interesante pez de 44 cm asomó su nariz. Alegría por la captura y por la posibilidad de que comience la buena pesca.....pero a veces no..

  
  

La mañana continuó de la misma manera. Cada tanto aparecía un pirulin en nuestras lineas que nos daba una pequeña satisfacción, pero no era lo esperado. No aparecían los grandes paranas que tanto amamos de este estuario, pero tampoco aparecia la media de pejerrey que tiene el lugar, eran puros pequeñines

En vista de estas circunstancias y de que Agustin en la otra lancha había encontrado algo de actividad en la zona donde nosotros habíamos comenzado el largo garete inicial subimos las líneas al agua y remontamos el río en busca de dicha zona.

     

Al llegar al lugar vimos que Agustin estaba teniendo una buena pesca de matungos en la zona pero, a diferencia nuestra, tenia puesta el ancla de capa. Nuestro guía nos dice que con el poco viento reinante no le gusta pescar casi sin garetear y sin el ancla de capa seguimos en lento garete. El pique duró un rato, mientras estuvimos en zona. Un capricho del guía que nos dió la razón de porque preferíamos al hijo, entre otras cosas, de las que hablaremos despues.

En ese rato tuve la suerte de levantar un doblete de pirulines y un par de pescaditos de arriba de 30 centimetros que por lo que venía la cosa ya era una gloria. Seguimos teniendo algo de actividad, espaciada, de pejerreyes muy pequeños, que nos dió una jornada de 10 pescados por caña, algo mas que pobre, sobre todo por el tamaño.

     

En resumen, un día soñado para pescar en un río fantástico que venía teniendo una temporada memorable, pero como dicen la canción, a veces no... y no, el río dijo no. Pero, la verdad, las ganas que teníamos de estar en el agua valió la pena el golpe, fue un día que algo pescamos y la pasamos de diez mil.

Párrafo aparte, para entender un poco parte del enojo con la guiada, nosotros queríamos salir con Agustin, no porque fueramos a pescar mas, mas allá que eso fue lo que pasó con los que salieron con él, sino que el servicio que da es con el que más cómodos nos sentimos. La guiada, a veces es desenredar una galleta para no hacernos perder tiempo o alguien que está al lado nuestro viendo un pique que no vimos, yo eso lo valoro mucho y no me molesta en lo mas minimo, es lo que prefiero tener al lado nuestro.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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