Bienvenue 2021
Posteado el 23 Ene 2021 por Walter Marquez | ,
Y finalmente llegamos a un nuevo año. El 2021 arranca en Pandemia, como se fue el 2020, y con un hastío general ya demostrado en los últimos meses. La gente no quiere estar encerrada y sólo piensa en salir a recuperar un poco de la normalidad perdida. Lamentablemente, el descuido producto de las fiestas y las reuniones ha generado un aumento de contagios y otra vuelta a la paranoia del Coronavirus. Nosotros, igualmente, seguimos con la premisa de seguir yendo a pescar, en la medida que se pueda y con todos los recaudos que venimos teniendo. Hay que acosumbrarse a vivir con esta maldita enfermedad.
La banda decidió esta vez volver a las tierras del amigazo Pedro, en San Pedro, y tratar de tentar a las hoplias mallabaricus que suele tener en abundancia la zona. Por ello, salimos desde Buenos Aires Dami, Victor y quien escribe, en un viaje ameno que nos depositó temprano en el Club. Cargamos las cosas y partimos a navegar bajo un sol precioso y un viento moderado, que rizaba un río que seguía estando bajo como las últimas visitas que hicimos.
A navegar se ha dicho. Cruzamos el Paraná para meternos por el Sepultura y continuar la navegación por varios arroyos hasta que al fondo, donde apenas se podía navegar por lo bajo del agua, nos encontramos con un par de lanchas mas arrimadas a la costa. Este es el lugar pensamos y asi era. Pedro nos avisa que está plagado de tarariras arrimadas a la costa y que preparemos la fiesta
Asi pues, una vez anclados a la costa, comenzaron los lances. No explotó el agua con ataques, sino mas bien con manchones de barro dejados por las tarus espantadas. No estaban todavía rabiosas. Igualmente, despues de probar varios señuelos, Dami encontró el punto con un Happy Popper negro de Nakamura y comenzó a levantar algunas. Victor, con su fanatismo con los sticks, probo y probó y logro algunas capturas. Yo estuve mucho mas lento y renegado por el viento para poder lograr capturas, hasta que la ranita Type X de Megabass me sacó del letargo.
La pesca se fue poniendo de a poco muy buena y firme. Ahi si nos hicimos todos amigos de la superficie y a puro sticks, twitchs y walks comenzamos a tener la fiesta soñada. El uso de estos artificiales hace que esta pesca sea por demás maravillosa. Ver los ataques o las corridas de los peces engañados no tienen precio, sumado a que es un estilo muy técnico. Este tipo de artificiales obliga a ser muy prolijo en la forma de trabajarlos, sea con "stickeos" erráticos y rápidos, "stop and go" en el lugar que provocan la famosa "llamadiña" brasilera, o largos y estilizados "walk the dog", todos tienen su forma y hay que hacerlos bien para que tienen a las presas.
Asi fueron surgiendo grandes ganadores en estas técnicas como el Red Pepper de Tyemco o el famoso Subwalk de Rapala. En cuanto a mi, el Lele de Borboleta terminó transformandose en un arma letal con infinidad de piques y capturas.
A esta altura la pesca estaba rabiosa. Tiros y capturas por doquier en subsuperficie y superficie eran la constante. Podíamos probar señuelos y sacarnos el gusto de pescar con todos ellos. En este rato y hasta que decidimos movernos para ir a almorzar nos cansamos de sacar pescados, siendo la mejor pesca de las varias que hemos tenido desde que asumimos la Pandemia.
Cabe destacar a Victor, que de tanto insistirme con practicar el uso de estos artificiales, logró convencerme. No es que no me gusta usarlos, pero a mi me fascina la pesca con helices, cranks y crawlers, siempre fue así, por ello le entraba mas a estos señuelos cuando las tarus se activan arriba. Pero la pesca con los sticks es grandiosa y de paso practicamos para donde se usa casi con exclusividad....el Amazonas.
Ya entusiasmados con la pesca empezamos a poner variantes. Helices de Borboleta, dobletes de Lele de Borboleta, el Spitfire de OCL que es una muy buena copia del Red Pepper y hasta una rana dura de VML la Hulk.
Asi pues nos fuimos acercando al mediodía con la panza vacía de comida pero llena de tarariras. Una pesca realmente emocionante. Nos movimos unos metros, como acercándonos al único rancho a kilómetros a la redonda, donde almorzaríamos, y la pesca siguió igual de tremenda. No era un tema de lugar, toda la costa estaba minada.
Mientras se hacía el asado, Pedrito nos dejó bajar a la costa donde estaba la pesca. El encaró al rancho para comenzar el fuego y demás menesteres culinarios.
Ya en la costa nos separamos unos 50 metros entre cada uno y comenzamos los lances paralelos a la misma. En este rato se me ocurrió poner el Skitter Walk de Rapala, un hermoso paseante que funciona muy bien con las hoplias. El resultado fue impresionante. Habré sacado unas 15 tarariras en un ratito. Era tirar, mover, irritar, ataque, dos o tres capturas y moverse 10 metros mas para volver a la misma rutina.Hermoso!
Pedrito volvió a buscarnos y nos acomodamos a la buena sombra a comer un asadazo, con berenjenas y chorizo casero. Obviamente regado de cerveza y buenos tintos que hicieron que la sobremesa se extienda mas de la cuenta. Evidentemente la tremenda pesca mañanera hizo que no tuvieramos apuro en volver al sol.
Con la panza llena y con mucho esfuerzo volvimos a la lancha. Navegamos unos metros y ya estábamos de nuevo en la misma cancha. Obviamente, el resultado fue igual, aunque lo que ya no éramos los mismos éramos nosotros. El vinito hizo mella en nuestro timing y, a pesar de que fueron saliendo tarariras, costaba mas encajar el tiro.
Igualmente nos arreglamos. Al final, ya envalentonado por el alcohol, me bajé de cabeza a la costa, en cualquier lado, me embarré, perdí las medias. Pero todo eso tuvo su premio. En un lance bien arremesado con el Skitter Walk exploto el agua. Corridita para acá, corridita para allá el borrachin terminó levantando la mejor de la jornada. Hermosa Tarucha!!!!!!!!
Así pues, dimos por concluída la jornada y la bienvenida al 2021. Este año tiene que ser infinitamente superior al anterior, a pesar de que seguimos en pandemia. Hemos aprendido a convivir con la enfermedad y no estamos dispuestos a resignar nuestra pasión. Con cuidados, protocolos y paciencia, volvimos al ruedo y vamos por muchas salidas mas como esta!. Palabras de agradecimiento para mis cumpas por seguir y para ese guía amigo que es Pedrito Prats, el mejor de San Pedro!