Lluvia de pejerreyes

Posteado el 06 May 2006 por Walter Marquez   |   ,   

Esta temporada del Rey pez, llamado pejerrey, ha comenzado bastante fuerte, con algunas lagunas clásicas muy rendidoras como Chasicó e Hinojo Grande, algunas que han revivido de sus cenizas con portes chicos como El Cuerú y Junín, con algunas que todavía no afirman el tamaño pero si la cantidad como Santa Eleadora y con algunas que prometen mucho como La Salada de Oriente y Loma Danesa.

Pero, una laguna que siempre está y que por vaya a saber que cosas del destino había pasado a segundo plano, es Cochicó. Este maravilloso espejo en temporadas anteriores había rendido con altibajos, días muy buenos y días muy malos, provocando que los vendedores de collarcitos de colores, dejaran de tomarla en cuenta. Este año bastó que la gente de Ecopesca armara una salida hacia ese lugar para que un grupo de 17 amigos pescadores de nuestra queridísima página pescar.info se anotara en busca de sus hermosos rey pejes. Los comentarios hasta antes de salir, por parte de algunos foristas que ya la habían visitado fueron más que alentadores, se vislumbraba una muy buena pesca en cuanto a cantidad se refiere, no tan así en los portes, porque el frío todavía no había despertado a los matungos.

  

Salimos desde Avellaneda una gran parte de los muchachos, levantando al resto en la parada capitalina de Jujuy e Independencia, una vez todos arriba comenzó otra gran experiencia pesqueril. Primera parada en Lobos a degustar un asadazo bien regado y bien asimilado para continuar viaje. Viaje que, como siempre, se hace ameno, charlando, soñando despierto, preparando, escuchando, todo bajo la ansiedad de llegar y ya estar arriba del bote.

Una vez que llegamos comenzamos el desembarco y a buscar posiciones. Ya todos dispuestos, se dio el primero de una serie de incidentes, que le daría un tinte amargo a la salida, aunque jamás lograran empañarla. El responsable del pesquero, Puerto Cochicó, derivó la gente a sus truckers y botes, cuando estábamos todos acomodados esperando, larga espera por cierto, volvió este mismo señor a increpar al grupo de uno de los truckers porque decía que no era el que les correspondía y que se bajaran inmediatamente. Una vez superado el inconveniente, partimos raudos, hacia los puntos que cada uno había previsto.

  

Nuestro trucker, compuesto de mis mas que amigos, Jorge, Pablo, Diego, Marco y quien escribe, mas la amabilísima guía de Eduardo Blanco, gran profecional de las lagunas de Guaminí. Edu comenzó el recorrido, bajo un cielo encapotado que amenazaba con llenarnos de agua hacía la zona conocida como "Las bombas".

Antes de llegar a las mismas y para probar un lento garete, paramos entre lo que llaman “el techo verde” y la “bahía de Nilo”. Equipos clásicos en todos nosotros, cañas telescópicas entre 4 mts y 4.50 mts, reeles frontales chicos y multifilamento en todos los casos. Al cabo de un par de minutos comenzaron los piques de robustos pejerreyes de variado tamaño, mayormente de medida, que fueron entregándonos hermosas corridas a las boyas elegidas.

     

. Las boyas fueron variadísimas y, la verdad, en este caso, pasan a segundo plano. El pique no se hizo esperar y fueron saliendo constantemente pejerreyes de medida, con algunos llegando a los 40 cm. Los mas chiquitos estuvieron presentes, pero en mucha menor medida de lo que esperaba.

Realmente el porte está acorde a lo que uno puede pretender hoy en día en un buen ámbito de pesca, promedio 30 a 35cm. Una cosa a destacar es que el pez está gordo, se nota que tiene mucho alimento, cosa que desmitifica un poco eso de que el pejerrey pica cuando tiene hambre, es cazador y cuando está cazando ataca las mojarras aunque tenga fitoplancton por demás.

  
  

La profundidad fue pareja, se clavaban dobletes con brazoladas en 10cm. y 70 cm. por lo que no era cuestión de profundidad. Quizás los bichos mas grandes estuvieran a fondo, pero en honor a la verdad, la pesca a flote era tan pero tan entretenida que no nos interesó demasiado ver si era cierto, asi que los famosos paternoster cochicosenses quedaron guardados para otra oportunidad mas complicada.

Seguimos teniendo hermosas respuestas en boyas, mayormente lágrimas, esféricas o chupetonas en colores fluor del tipo naranja o amarillas y de madera balsa. Usamos trampa en la brazolada, pero muy poca ya que el pique era firme y la llevada constante.

  
  

Al mediodía y luego de buscarlos por un rato, encontramos a nuestro proveedor del almuerzo, los amigos de otro trucker ( Lionico, Tano, Jota, Morsa y Fede) tenían preparado un furibundo mondongazo, congelado, a la espera de las ollitas cocineras. Este momento fue uno de los mas especiales que viví en mi vida pesqueril, impagable comer un manjar caliente en medio de la laguna, con los trucker atados, regado de buen vino y previa picada de embutidos, quesos, empanadas y sanwichitos de miga…..Realmente Increíble!!!

En este interin, nos enteramos de otro momento desagradable que tuvieron que pasar los chicos, en este mal pesquero. Apenas metidos en la laguna, apareció prefectura para solicitarle el carné de timonel al guía, cosa que no tenía, por lo que tuvieron que volver a puerto a buscar un timonel habilitado, como consecuencia, 2 horas de pesca menos y una calentura totalmente entendible.

  
  

Por la tarde seguimos gareteando en la misma calle de la mañana. Probamos, por pedido de Diego, un rato sobre la costa, buscando al mas grande, no encontrándolo, pero si mejorando notablemente lo portes, me parece que Diego tiene razón y por ahí puede aparecer Cochicocito, solo sería cuestión de buscarlo la próxima. Una salida de las mejores de mi vida, con muchísima pesca,mucha amistad y mucho amor al deporte que tanto amamos.

Ya en la costa el resto de las embarcaciones tuvieron un rinde mas o menos parecido, algunos mas otros menos, pero la pesca estuvo presente para todos. En estos momentos si alguien quiere disfrutar de la adrenalina de ver una boya correr de costado el lugar es Cochicó.

  

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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