Donde hubo amor...
Posteado el 11 Feb 2017 por Walter Marquez | ,
Despues del batacazo que metimos en San Pedro era fija que regresaríamos rápido al mismo lugar. Con fecha reservada para el 11 de Febrero pasó lo imprevisto, un par de días antes el clima se rompió violentamente anunciando tormentas eléctricas para el día de la salida. Charlamos con Pedro y nos sumó la desgracia que el río bajó un poquito y el mar de taruchas arrinconadas que tenía se le movieron..
Ahi también se ve la mano del guía. Pedrito no necesitaba hacernos mojar al pedo asi que nos recomendó suspender la salida para un día con mejores chances y condiciones, muchos otros nos ubieran sacado igual a pasara mal para poder cobrar la guiada. Un grande Pedro.
Ahora estabamos igual que la salida anterior, suspendida horas antes. Revisando los pronósticos de todas las zonas pesqueras que conozco veo que en Bragado teníamos una ventana de buen clima el sábado asi que pusimos manos a la obra a ver si aunque sea podíamos tantear mi amada Las Dos Aguas.
Despué de 32 llamadas perdidas de Victor, Lalo atendió a las 9 de la noche de viernes y nos confirmó que la pesca estaba difícil, con días buenos y otros flojos, pero que pescado había y mucho. Con esa respuesta no tardamos nada en armar la salida hacia ese espejo tan rendidor años atras.
Viaje ameno, con alguna llovizna en el arranque y cielo cubierto al llegar a Bragado. Lalo nos dejó la tranquera abierta asi que nos dedicamos de saludar a los perros y preparar los equipos para comenzar la faena.
Un primer arrime a la laguna nos mostró que estaba bastante baja. Por suerte, este espejo es muy profundo en el centro y recibe aguas surgentes del interior de la tierra. Esto hace que no pierda nunca el 100% de su capacidad, por ende, nunca termina de perder totalmente los peces que la habitan.
.Nos metimos un par de metros dentro del espejo lacunar para comenzar los lances hacia el interior de la misma. No tardamos casi nada en tener actividad, fría es verdad, pero actividad al fin.
Dami se corrió unos metros, en tanto con Victor atacamos la misma cancha con intenciones de activarla. Rapidamente tuvimos nuestras primeras capturas de hoplias, pequeñas pero con un aspecto muy sano y peleador. Aqui vale la pena aclarar que, sabiendo que veníamos a buscar, afinamos los equipos a cañas livianas de no mas de 12 libras para poder disfrutar de esos embates pequeños pero voraces.
Mientras con Victor teníamos varios ataques insistidores Dami seguia renegando en el huequito que eligió sin tener suerte hasta que por fin la ratita bad line le regaló su primeras capturas. Ya el viento intenso había aflojado y con el sol asomando entre las nubes el lugar se puso caluroso. La actividad se mantenía errática, de a ratos se activaba alguna tararira y era bombardeada por nuestros señuelos en superficie, de a ratos no se veía movimiento alguno.
Así es la pesca en estos espejos lacunares, nada de 100 tarariras acardumadas como nos pasó, por ejemplo, en la salida anterior en San Pedro. Hay que caminar, moverse, activar los lugares y, cuando descubrimos la cuevita atacarla hasta que finalmente se tiente con nuestros artificiales, ya sea por hambre o por irritación.
Caminando lento pero constante nos fuimos acercando al fondo de la laguna, donde mi memoria registraba los mejores lugares de pesca. Asi pues encontramos un par de zonas mas que preciosas para meterse al agua y vadearlos. En el primer reparo, dentro de las paredes de juncos Dami metió una tararira hermosa, de mas de 1 kilo y medio. Hacía años que no veía ese tamaño en Las Dos Aguas.
Como si fuera solamente un anticipo al ratito mi bad frog cardenal de bad line fue atacada impiadosamente por otra tararira ídem al tamaño de la de Dami. Ya no era una casualidad sino,mas bien, una causalidad el que empecemos a ver esos tamaños, mezclandose con las mas chicuelas.
Llegando al punto final de esta primera recorrida antes de regresar a almorzar encontré un clarito casi sin vegetación de 10 x 10 mts. Ahi se me ocurrió poner un crankito duro, el jiter flex número 1 de Del que obtuvo su primer captura casi al instante de ponerse a trabajar en superficie.
Ahi tuvimos uno de esos momentos mágicos, donde los tiros explotaban bajo la mata de lentejilla pegada al claro. Era muy difícil levantar una captura con tanta cobertura en superficie, pero los ataques en si mismos, ya pagaban el intento.
Cuando salimos de la laguna nos encontramos con Lalo que nos esperaba para saludarnos. Almuerzo relajado de rigor, ya con una buena pesca hecha es mas relajado todavía. Pero lo mejor todavía estaba por venir.
Cuando volvimos al agua decidimos cambiar de rumbo y salir para la izquierda. Yo en mis años que vengo a este espejo nunca fuimos para ese lado, siempre para la derecha era donde estaba el pique firme. Gracias a Dios, nada es infalible.
A los 50 metros de caminar encontramos una bahía amplia que se metía en el campo y que estaba muy bien reparada del viento. Dami se quedó de un lado de la bahía, con Victor fuimos al otro lado.
A los 5 minutos un ataque furibundo a mi ratita me regaló una tarucha preciosa, de un porte desconocido para mi en este espejo. Y Victor que mete otra muy linda ahi nomas, y yo otra, y él otra...un verdadero festival de piques y capturas vadeando la laguna con el agua hasta arriba de las rodillas, impagable.
Ya con la jornada casi cumplida vemos que Dami también estaba mas que entretenido sacando tarus desde su lado de la bahía, asi que nos acercamos sigilosamente para ver como venía la cosa..
La respuesta fue igual a la nuestra, muchos ataques y algunos portes realmente muy grandes. Asi que nos pusimos los 3 a pescar juntos por un rato en ese lugar mágico. Ataques errados y mas ataques errados hasta que finalmente alguno lograba clavar uno de esos ataques. Asi fue ese rato de pesca intenso y gratificante que no nos dejaba irnos.
Pero todo llega a su fin y antes de que el sol se terminara de poner pegamos la vuelta al casco de la estancia para dar por concluida la jornada. Otra salida sacada de la galera ya que la armamos la noche anterior, jugandonos otro pleno. Se ve que estamos de racha.
Las Dos Aguas fue uno de esos primeros amores señueriles que tuve hace mas de 10 años atras, y que con el correr del tiempo y las sequías, la zona a quedado postergada en el radar de los pescadores....pero donde hubo amor, taruchas quedan.