Al calor del Caribe
Posteado el 21 Feb 2015 por Walter Marquez | ,
En este increíble camino que he tomado hace unos cuantos años, haciendo de la pesca una pasión incontrolable por la cual parte de mis sueños respiran, he tenido la suerte de cumplir las metas que me he propuesto. Cada lugar que está en mi lista de deseos ha llegado o seguramente estará por venir, trayendo con ello felicidad, satisfacción y la noble convicción de saber que estoy haciendo con mi vida lo que realmente quiero.
Hace un tiempo que entre mi lista de a cumplir se empezó a llenar con lugares remotos donde peces de ensueño me esperan para regalarme su pelea franca. Pero no es fácil conseguir el tiempo y el dinero necesario para semejantes empresas. Asi pues una calamidad, como es la pérdida de empleo despues de 14 años, terminó siendo la respuesta a estos dos escollos.
El aviso de uno de mis mas grandes compañeros de pesca, Angel Rossi, de que se estaba armando un viaje a Colombia a pescar los grandes pavones de la zona fue el detonante final. Asi pues y gracias a la agencia Tu Mejor Pesca 11 tipos (de los cuales yo ya conocia a 2) se embarcaron en la aventura de ir a pescar el mítico Río Bita en Puerto Carreño, en la Orinoquia colombiana.
La primera etapa de semejante viaje fue la salida de Ezeiza donde todos nos conocimos y reconocimos como pescadores de aventuras. De ahi el viaje en avión fue tranquilo hasta Lima donde hicimos escala para luego llegar si a Bogotá. En este ciudad señorial pudimos pasar la noche y de paso recorrerla un poquitin antes del siguiente paso.
A la mañana siguiente partimos bien temprano rumbo Puerto Carreño, nuestro destino final. El viaje lo hicimos en un Embraer 170 de la empresa SATENA, que venia casualmente lleno de pescadores colombianos, ecuatorianos y de otras partes de sudamerica. Ya se olfateaba hacia donde íbamos ¿no?
Al llegar a Puerto Carreño nos dimos cuenta que esta pequeña ciudad limítrofe con Venezuela y separada de la misma por el impresionante Orinoco depende en gran parte del turismo pesqueril. Los ríos mas pescados son el Meta y el Bita, junto con el mismísimo Orinoco. Nosotros teníamos nuestra mira puesta en el Bita y sus tucunares o como los llaman acá pavones.
Nuestro operador de la excursión, el ya amigazo Boby, se encargó de todo el tramiterío y en minutos nos vino a buscar la gente del lodge donde pararíamos toda la semana...Nimajay Lodge. Cargamos los bártulos y partimos hacia el lodge. En un camino de tierra desértico nos adentramos hasta llegar a encontrarnos por primera vez con el mítico rio Bita.
El río Bita es un afluente del Orinoco que recorre unos 500 kilómetros a traves de la región selvática de Vichada en Colombia. Actualmente es un río protegido por lo que se mantiene en condiciones naturales. La pesca del tucunaré está muy regulada por lo que la especie se desarrolla bastante bien en la zona.
Al llegar al complejo nos encontramos con cabañas para 3 personas acogedoras. Sin lujos, pero sin necesidades. Acomodamos todos los bártulos y nos fuimos al comedor a almorzar algo, allí lo que mas nos sorprendió fue la cantidad de señuelos de todos tipos colgando de los parantes del techo. Doña Marta, la encantadora encargada del lugar nos contó que los visitantes dejan esas ofrendas señueriles cuando la pesca les ha sido benévola. Así pues ¡¡¡ya estábamos en el rio Bita!!!!.
Y ahora si......a pescar.
Comenzamos la pesca en esa misma tarde gracias a una atención de la posada ya que no estaba programado pescar ese día.Salimos cada uno en su voladora, como le dicen ellos a una lancha Carolina Skiffs de 14 pies, pequeña con casco plano y una pequeñisima plataforma en la proa. Nosotros optamos por conocer una laguna frente al lodge que siempre da muy buenos tucunarés.
Al cabo de unos cuantos lances, Angel engancha entre una mata de árboles, cuando vamos a desenganchar el señuelo veo un hueco lateral pegado a los árboles, y digo aprovecho y le hago un tirito. En ese momento estaba tirando un spinner bien grande de una onza doble paleta willof. Al terminar la regogida un inmenso tucunaré atacó el engaño y me cortó todo...no me dió margen a nada. Asi fue mi bienvenida a la pesca de estos increíbles peces. La corta jornada terminó rápido sin novedades. Mañana sería otro día.
1er dia de pesca.
Al otro día bajo un precioso y caluroso sol partimos tres lanchas hacia el destino mas lejano que se pesca desde Nimajay, la laguna del manatí. Al llegar nos encontramos con una lancha que venía de aguas arriba y que ya estaba pescando desde el día anterior. Ante esto hicimos unos cuantos lances sin fortuna y decidimos volver aguas abajo.
Tras conseguir el almuerzo mi amigo Angel llegamos a una playa preciosa donde bajamos a comernos unos ricos pescados asados. Una locura de rico estaban. De paso nos metimos al agua, nadamos con delfines que te siguen para comer el pescado que devolves al agua, y tratar de tirarle unos tiritos a las arawanas playeras sin suerte.
Ahora si con la panza llena salimos a buscar nuestros peces tan queridos y tan escondidos. Despues de ir bajando en varios lugares sin suerte llegamos a una boca de una laguna donde a su derecha se abría un palería hundido y una buena barranca hundida. El guía nos dice este lugar es de payaras a esta hora. Asi que señuelos al agua y con un clakin minnow 11 de color blanco tuve mis primeros piques y capturas. Con un par de pavones y un par de payaras comenzó a aparecer la pesca que vinimos a buscar.
2do dia de pesca.
Nuevo día y ya teníamos noticias de las otras lanchas. Sergio en la laguna que estuvimos nosotros un ratito la primera tarde sacó un inmenso tucunaré de 19 libras y Boby uno de 15 libras, los grandes estan solo hay que tener suerte de encontrarlos. Arrancamos aguas abajo tratando de ver las distintas opciones y características donde pescar el pavón.
Aqui debo decir que cada accidente geográfico ameritaba su técnica y señuelo a utilizar. Ya cancheros y con la experiencia de las otras lanchas en el día anterior empezamos a entender estas variables. Arboles hundidos ameritaba un señuelo twitch que bajara poco y que permitiera peinarlo en toda su extención, una sombra de arboleda ameritaba un tiro profundo hasta la costa, aqui podía andar bien cualquier señuelo con peso que permitiera este tipo de lanzamiento casi lateral para evitar la copa de los árboles, las barrancas de piedras eran ideales para jigs que se enganchaban poco y que profundizaban rápido o minnows floating que permitía ir bajando de nariz para no enganchar en las piedras hundidas.
Uno de los lugares que nos rindió increiblemente bien fue la entrada a una lagunita , La Yuca, donde el pique se daba justo debajo de una pequeña copa de árbol que avanzaba en la entrada, ahi se escondían los peces cazadores a la espera de que caiga algun pez forrajero traido por la correntada. Mi mejor señuelo ahi fue el shimano ocea lipless, un japones twitch pesadito que bajaba rápido antes de empezar a stickearlo y un bora12 de nakamura, minnow que bajaba poco pero rápido..
Al mediodía y antes de volver al campamento para almorzar vi en una barranca de piedras que nos venía rindiendo bien y que habíamos entendido como pescar este tipo de accidente geográfico, dos piedras enormes en el agua y a continuación de ellas bajaba la barranca de piedras. Ahi le dije a Angel, en la primera esta el portero de la mansión y le tiré con el ocea lipless. Al cabo de cuatro manijazos donde el twitch empezó a pasear bajo dicha piedra un ataque furioso me regaló el primer pescado de los buenos, el guia no tenía la balanza, pero nos tiró unas 10 libras, despues ya mas cancheros de ver tantos pescaditos diría que en realidad fue un pavón de 8 libras bien puestas. Igual fue un pescado hermoso para mi, el primer pavón importante de mi vida.
Así pues ese dia fue el de mejor cantidad de pesca, con una veintena subidas a nuestro bote y alguno mas perdido en batalla. Al final del día volvimos a lacueva de las payaras donde esta ves la pesca estuvo mas parejita entre Angely yo ya que él encontró que su ina 90 cardenal de Marine Sports era por demas eficiente.
3er dia de pesca.
En este nuevo día y por votación grupal se decidió darle otra oportunidad a la laguna del Manatí y hacia allí fuimos. Al llegar no encontramos a nadie pescando con lo que teníamos fe de lograr alguna captura que realmente no se nos dió. La recorrimos toda sin suerte asi que decidimos empezar a pegar la vuelta. Probamos en una lagunita interior mas pequeña que tiene este espejo y salvo la aventura selvática nada. Mas tarde nos enteraríamos que Sergio sacó uno de 12 libras pescando con Jig y que Marcos y Miguel en otra lancha encontraron buen pique pasando la laguna una vez que entraron y fracasaron como nosotros.
En el regreso vimos un hueco entre varios árboles que sus copas caían al agua, ahi se vió movimiento de peces que no tardamos en lanzarles nuestros engaños. Mi bora 12 de Nakamura volvió a tener un hermoso pique que se transformó en captura. Almorzamos nuevamente en la costa donde nos bañamos y refrescamos un buen rato para volver a las andadas rato despues.
Esta vez encaramos una playa preciosa que tenía un ojito de agua que se metía dentro de la misma. Con comencé con un subwalk 9 de rapala y Angel con un perversa de Borboleta, no tardamos en tener los primeros ataques en el ojito. Cuando salieron nos dimos cuenta que eran nuestras amadas hoplias mallabaricus que tambien vivian en este increíble río, bien escondidas de tanto predador. Despues de un par de capturas de cada uno nos dispusimos a seguir buscando al sr pavón.
Por la tarde lo que mejor se nos dió fue las barrancas de piedras que se hunden y continuan bajo el agua. Angel a puro Jigs sacó unos cuantos pavones, yo utilicé el borá y venía muy bien tambien hasta que tuve un pique violento que se transformó en captura de otro hermoso pavón de unas 7 libras.
Ya con el sol cayendo nos fuimos acercando a la cueva de las payaras cuando vimos un pavón moverse bajo una copa de árbol en la boca de una lagunita. Esta vez decidí probar algo en superficie y para ello el elegido fue el trairao de Imakatsu, un señuelo japones impresionante por su loud ratles.
El señuelo cayó en el lugar justo, fueron tres o cuatro stickeos y la explosión en el agua fue indescriptible. Tremenda pelea dió otro hermosísimo pavón de 7 libras en superficie, ese pique que uno sueña de esta especie se me dió en toda su expresión.....Inolvidable.
4to dia de pesca.
Penúltimo dia ya ya la mitad de los compañeros pescadores tenían sus trofeos de dos cifras/libras, algunos mas de uno, y la otra mitad, en la que me incluyo, seguía sin lograrlo. Enacaramos aguas abajo para ir hacia la laguna La Yuca. Nos paramos en la boquita y no tardamos mucho en volver a tener buenas capturas bajo esa arboleda hundida. En este rato el happy popper 95 de Nakamura, un twich multifunción, fue mi estrella.
Cuando cesó el pique nos metimos en la lagunita sin mucha actividad. Aquí nos pasó el momento feo del viaje. Al querer prender el motor luego de parar en el fondo de la lagunita, nuestro guía Jason, vió como se entregaba a morfeo el mismo. No hubo forma que el motor prendiera y estando adentro de la laguna estábamos totalmente aislados. Haciendo un gran esfuerzo Jason comenzó la remada hacia la boca de la laguna, la cual alcanzamos despues de un rato. Nos atamos contra un árbol hundido que había y de paso aprovechamos para hacerle unos tiros, logrando una captura con mi Jig casero.
Por suerte al cabo de un rato pasó una canoa con tres llaneros (asi se les dice a los paisanos de esta región) que tuvieron la amabilidad de llevarnos de tiro hasta el lodge. Aprovechamos para almorzar algo mientras Jason cambiaba el motorcito.
De nuevo al agua pato y partimos con el amigo Jason aguas arriba por si teniamos que volver con la correntada jajajaja. Esta vez nuestro amigo piloteiro nos invitó a meternos en una lagunita, mas bien arroyito, llamado La impenetrable donde nos indicó que suele haber mucho movimiento de peces chicos y variados.
No tardamos en darle la razón al amigo colombiano. En un arroyo serpenteante de no mas de 10 mts de ancho tuvimos muchos piques de pavones chicos y de alguna otra especie como la que capturó Angel que le decían Mataguaro. Lo recorrimos de ida y vuelta divirtiendonos con los piques de especies menores por un buen rato.
Salimos del arroyo para acercarnos a una playa a refrescarnos, que necesario se hace con los 40 grados de calor mojarse lo mas posible. Ya mas frescos volvimos pescando barrancas donde yo me sentí muy a gusto y logré algunas capturas. El día lo rematamos en la cueva de las payaras donde Angel estuvo terriblemente efectivo con el ina 90 y yo pude pescar algunas con el lamber gold de Zagaia.
5to dia de pesca.
Ultimo día de pesca y todavía tenemos pendiente encontrar el up 10 pounds. Seguíamos estando en la mitad de los que no lo lograron, pero la esperanza es lo último que se pierde. Este día decidimos volver a entrar a la laguna grande que está frente al complejo, que me regaló el pique del gigante la primera media tarde y que dió los pavones mas grande esta semana.
Comenzamos con la clásica pesca bajo los árboles hundidos y bajo las copas de los árboles con resultado nulo. Aca hago una aclaración que será de gran importancia mas adelante. La noche anterior, cuando nos juntamos todos a las charlas post cena Bobby contó que venía pescando muy bien con el pima st de Zagaia, un twich brasilero que baja poco pero que tiene un movimiento violento con cada stickeo. Yo no lo tenía, pero Gustavo, pescador con mosca, me muestra una cajita de algunos lures que tenia por si tenia que cambiar de modalidad cosa que no hizo. Entre todos estos señuelos ¿que había? si, un prima st que pedí prestado de buen agrado.
Con la aclaración ya cuento que al rato de tirar y tirar tuve un ataque de un hermoso pavón de unas 6 libras con el prima prestado. Cambiamos de modalidad y pasamos al trolling con minnows grandes pero que profundicen poco. Aqui tuve premio tanto con una banana de alfers shallow y con un xrap 14 shallow logré un par de captura e inclusive saqué un hermosísimo cara de perro, barracuda de río, de buen tamaño.
Nos acercábamos al mediodía momento de grandes en la laguna segun experiencias anteriores. Volvemos al baitcast lanzando a la margen de los árboles hundidos. Sigo casteando con el prima st puesto, lanzando a la sombra que regala una copa de árboles cayendo al agua. Tracciono haciendo el clásico stickeo mientras me peleo en joda con Jason.
De golpe cuando llega el señuelo a mis pies y justo antes de empezar a levantarlo para un nuevo lance me explota el agua. Pique violento y salida rauda de linea, Jason dice que es chico, chicaneandome y yo observo que empieza a sacar línea sin parar del curado I, no era chico. Me corre hacia los palos y no lo puedo parar, cuando veo que va a llegar me encomiendo a todos los santos y hago algo que sé que pone todo al límite. Pulgar al carretel para aumentar violentamente el freno de pelea. Por suerte no estalla ni se rompe la boca del pez y pega la vuelta hacia el centro de la laguna.
Cuando logramos levantarlo vemos que era una de esas pequeñas bestias que vinimos a buscar. Hermosas casi 12 libras (11,5 para ser exactos. La alegría era indescriptible tanto mia como de mis compañeros de bote. Besos y fotos y la devolución inmediata de semejante ejemplar que me hizo entrar en el club de las more 10 pounds.
Con esa alegría indescriptible salimos a refrescarnos y a comer algo. Ya recuperados decidimos no bajar los brazos y terminar el día pescando en el río, principalmente en las playas, lugar que pescamos poco en todo el viaje.
La intuición es buena consejera. Al atardecer vienen los grandes a comer a las playas nos dijo Jason y los buscamos. En una playa preciosa veo un bulo tremendo adelante pero en vez de lanzar y en un acto instintivo de compañerismo le grito a Angel tira adelante que está ahi.
Angelito ni lerdo ni perezoso lanzó su perversa unos tres metros adelante de donde le señalé. No tardó mas de tres manijazos en explotar el agua y ver a mi cumpa pescador debatirse y disfrutar de una pelea impresionante a pez visto hasta que se regaló a su vencedor. Las 13 libras que acusó fueron suficiente motivo de gritos, alegrías y abrazos. Los dos logramos nuestra meta casi sobre la hora en la última fecha y con mucha voluntad y suerte.
Con esa captura nos dimos los dos por realizados, pero igual seguimos pescando con alguna captura mas incluyendo una vueltita por la cueva de las payaras donde Angel me asesinó con el ina 90 al punto que me lo terminó prestando para pescar un rato.
A la noche, la gente del lodge nos agazagó con un show de música llanera, típica de esta región de Colombia y con un asado a la "colombiana" que disfrutamos de muy buena manera. Ya al otro día y mientras hacíamos tiempo para el triste regreso nos cruzamos en lancha a la playita frente al refugio a disfrutas de unas buenas cervezas metidos en el agua. Un placer realmente de los dioses.
La vuelta fue tranquila, aprovechando una escala larga en Bogotá para ir de shoping por un rato. Increíble lo cargados que volvimos todos, comprando en donde se nos diera la oportunidad. Café, chocolates, y todo lo que se nos cruzó pasó a nuestras valijas.
Realmente he cumplido un sueño de los grandes. Ir a pescar a un lugar tan alejado esos peces del demonio no tiene precio. Gracias a Boby de TumejorPesca que organizó todo excelente, a la gente del Lodge Nimajay por la calidez humana inigualable a Marcos, Gustavo, Miguel, Gabriel, Sergio, Ramiro, Ariel y Andres por ser "hermanos de aventura" y unas muy muy gracias a ese hermano de la pesca que es Angelito y con quien seguimos cumpliendo sueños juntos.
Algunas fotos mas.
Para concluir con esta extensa nota subo algunas fotos de las otras embarcaciones.