Nuevos amigos, viejas ilusiones
Posteado el 07 May 2016 por Walter Marquez | ,
Como ya lo he venido contando este año es un tiempo de transición. El viejo grupo pesqueril que tenía armado anteriormente finalmente se ha desintegrado definitivamente. Quizas algun día podamos volver a recuperar la mística de pescar juntos, no lo sé, pero por ahora mi rumbo es de introspección, de replantearse porque, y finalmente hacia donde quiero ir.
Parte de ese cambio es la nueva formación pesqueril con Victor, Damian y/o Claudio, pero todavía no esta afianzada asi que vamos de a poco viendo si logramos darle continuidad. Ahora toda esta situación me abre la posibilidad, casi por obligación, de abrir la cabeza y volver a hacer algo que antes era habitual en mi y que ahora estaba vedado a hacerlo, conocer gente nueva. Así pues cuando Surak, a quien conozco de las redes sociales, me mandó un msje para unirme a una salida a San Nicolas, no dudé ni un instante, era el puntapié a volver a abrirme a la experimentación de nuevos amigos con viejas ilusiones.
Temprano me pasó a buscar Surak por casa y, en un viaje muy ameno, llegamos a San Nicolas donde ya nos esperaba Ricky como tercer integrante. Cuando llegamos al club vi que había crecido mas aún el agua y ya estaba a tope del muelle, es increíble esta crecida lo fuerte y sostenida que viene siendo. Saludos de rigor con el amigazo Juampi y a navegar.
Lo primero que me dice Juampi me rompió el corazón. La zona de las barrancas donde tan bien pescamos en las últimas salidas ya no era un punto a visitar porque la crecida hizo que desaparecieran totalmente las correderas de la vista, por ende, inubicables e impescables.
Lo nuevo era ir directamente al paraná y ríos confluentes donde la crecida se haya metido bien en el campo, y desde ahi, buscar algunas correderas nuevas formadas. Pescar en los patios de las casas, o en los corrales de los animales era otra pesca extraña y bizarra, con algún tinte dramático si pensamos que nuestra pesca es la desgracia de mucha gente.
Comenzamos todos con señuelos de paleta cortita en busca de los dorados de la primer capa de agua. Al ratito Ricky tuvo un par de ataques fallidos y yo un toque erradísimo. Mi intuición me dijo que el pescado era chico y cambie mi Ina 135 por un Bora 10 de Nakamura. Intuición acertada, primer pique y primeras certezas, el pescado era literalmente chico y el Bora siempre pesca.
Otra pasada y en un campo donde le tirábamos a la puerta del rancho donde corría el agua, decidí tomar el consejo de Juampi de usar algun subsuperficie twich. Al agua el venom de marine sports y en no mas de dos o tres lanzamientos. Otro querubin dorado arriba de la lancha.
Al ratito de mi doblete la actividad seguía siendo la misma, sin ser constante, en cada corredera que veíamos uno o dos ataques maricones teníamos. Por suerte en un par de buenos tiros, tanto Ricky como Surak pudieron levantar sus primeras presas, uno con Ina 90 y el otro con una hélice de NG.
A esta altura la pesca no era la de las salidas anteriores en cuanto a calidad, pero teníamos buena actividad. Siempre paga ver un doradito atacar en superficie, cosa que no se da muy a menudo, pero que evidentemente, si se le insiste y las condiciones están dadas se puede lograr.
Nos movimos al paraná a una corredera mas a río abierto a intentar mejorar el tamaño de las capturas. Yo me pasé a buscarlos con un prima stick de Zagaia que rapidamente me dió un par de lindas capturas. Surak intentó con una banana de spinning de alfers tambien subiendo sus doradillos mientras Ricky continuaba a toda orquesta con el Ina 90.
En este rato mejoramos la cantidad de piques por un rato, ya que se notaba un poco mas de actividad, lo que si el tamaño seguía siendo el mismo. Evidentemente los grandes no estaban por la zona o los pequeños le ganaban en voracidad. Una tercera alternativa que considerábamos era que el pescado mas grande estuviera un poco mas abajo y que en esa capa tan superficial el chiquito fuera el rey. Lamentablemente al estar tan crecido y no ver nada bajo superficie, si intentábamos bajar con señuelos mas paletudos, era enganche seguro. Asi perdí un par de señuelos.
Despues de un buen y tardío almuerzo nos quedaba un ratito mas de pesca. Esta vez Juampi encaró aguas abajo en busca de otra corredera a río abierto buscando algo mejor de tamaño. En una cuevita entre árboles y un corral hundido por el agua salieron dos doradillos en los señuelos de Surak y Ricky, uno de ellos ya mas respetable que terminaría siendo el mejorcito de la jornada.
Mas adelante me tocó el turno a mi que retrocedí en mis pasos y volvi al ina 135 tratando de cambiar el curso de la jornada. Un doradio timidón terminó en captura ante la clavada exacta en el momento justo. Ricky y Surak cerraron la jornada unos metros mas allá con sendos doradillos, también usando ina de Marine Sports.
Ya terminando el día nos terminó de sorprender una tremenda yayará enroscada en un árbol. Las bichas, con estas inundaciones, pasan a ser un peligro mayor ya que no se sabe donde pueden estar protegiéndose del agua. Imaginarse enganchar un señuelo en un árbol e ir a buscarlo para encontrarse con semejante peligro hiela la sangre.
Jornada terminada con nuevos amigos y viejas ilusiones. Un placer conocer gente nueva para disfrutar esto que tanto amo hacer en la vida. El tiempo dirá si volveré a formar un grupo tan estable como el anterior o no. Mientras tanto....pescamos.