Invasión III
Posteado el 15 May 2010 por Walter Marquez | ,
La invasión dorada sanpedrina seguia firme, por ende, la batalla tenía que continuar. Así pues el grupo decidió una nueva visita a este hermoso pesquero de la provincia de Buenos Aires.
Post mi cumpleaños número 38 nos encontramos con Angel, Telmo y Nico para llegar tempranito a San Pedro donde nos esperaba el amigo Mingo Novaro para oficiarnos de guia nuevamente.. Al llegar vimos que seguía habiendo mucha agua, pero tambien que el frío estaba presente por lo que la temperatura del agua era bastante menor y una densa neblina nos retrasó bastante la salida al agua.
En esta oportunidad la pesca la encaramos directamente en el arroyo Salvatierra donde nos movimos en su interior por un rato sin actvidad en la primera parte del mismo donde nos había rendido tanto el mes pasado. Ahi tambien vimos que el agua, a pesar de estar alto, habia comenzado a bajar empezando a mostrar en partes el campo que otrora era un mar.
En la segunda parte del arroyo Salvatierra empezamos a tener mejor actividad, pero a dierencia de las anteriores, no era tirar y sacar por todos lados sino, en ráfagas. Encontrábamos una buena corredera y teníamos muchos piques logrando varias capturas de lindos doradillos, pero de golpe se cortaba y había que moverse. Se ve que el movimiento de aguas con la bajante hizo que los grandes cardúmenes se partieran en mas pequeños y mas distribuídos buscando comida.
Seguimos probando por toda esa zona ya pegando la vuelta para volver a buscar otro lugar. La actividad seguía igual con ráfagas de pique y largos baches de la nada misma. Como siempre shiner king de Marine Sports, RNR8 de Rapala, Crystal Minnow de Yo Zuri y alguna mojarra NG fueron de los engaños mas efectivos. A esta altura el solcito hacia mas amena la jornada y en su mayor apojeo decidimos parar a almorzar en la misma lancha.
Con la panza llena nos fuimos navegando por el Paraná hasta una zona donde la inundación había subido arriba del campo y donde se veía a muchos doradillos cazando ahi arriba. Asi que nos arrimamos por un costado y a aprovechamos tierra firme para bajarnos y pescar desde la costa..
Fue en este lugar donde tuvimos la mayor actividad. Se ve que el cardumen de doradillos comiendo mojarras arriba del campo era grande y rabioso. Nuestros engaños caían y explotaba el agua. Por un buen rato tuvimos una gloriosa jornada de pesca, incluyendo pesca con mosca que hizo Telmo un poquito mas alejado de nosotros con muy buena efectividad.
Ya con la calma despues del huracán dorado nos relajamos un rato a respirar y tratar de entender este fenómeno increíble que estábamos viviendo en estas salidas. La realidad es que ante este fenómeno inexplicable, desde el punto de vista del pescador, solo queda aprovecharlo. No quedamos con ganas de mas y como todavia nos quedaba un rato mas de pesca, seguimos pescando.
Nos montamos en la lancha y salimos a hacer los últimos casteos aguas arriba. Mucho mas espacioso fue el pique, de a ratos en lugares puntuales pudimos levantar lindos doradillos como para terminar de redondear otra salida memorable. El río cambia su fisonomía constantemente y por ello la pesca es tan apasionante, cambia sus condiciones y cambia la forma de pescar o los lugares donde encontrarlos. Gracias a esto la pesca deportiva sigue siendo algo tan apasionante.