Retroceder nunca, rendirse jamás
Posteado el 23 Dic 2011 por Walter Marquez | ,
A veces me toca en suerte poder redactar notas basadas en salidas monumentales en días de esos que parecen hubieran sido creados para pescar. Otras salen salidas con esas condiciones ideales pero en donde el que falta a la cita es el pez y nos hace sufrir.
Pero, a veces, suceden estas salidas en las que por distintos factores, se hace difícil seguir adelante. Estos momentos son los que me recuerda una frase que un amigo solía decirme “ te tiene que gustar”…y esas palabras son un manto de verdad absoluta.
Para este 23 teníamos programada una salida cerquita, pero no menos importante, que era ir al delta del Rio de la Plata en la zona de Oyarbide. Toda la semana el pronóstico amenazaba con arruinarnos la experiencia, hasta que finalmente el dia anterior nos dimos por vencido y decidimos cambiar de lado.
El lugar, las cavas entrerianas, que por lo menos, nos darían un mejor reparo al terrible viento sudeste. Los amigos, los de siempre Angel, Mariano, Telmo, Mauro y quien escribe.
Paradas técnicas mediante, a las 9 de la mañana estábamos armados para atacar la primer cava, que por obvias razones, no vamos a identificar demasiado, muchos pescadores que no cuidan los recursos leen en internet y después destrozan estos lugares tan pequeños pero tan rendidores.
La sudestada , con ráfagas de mas de 30 km, y la llovizna persistente, hicieron bajar la temperatura a unos 12 °C, lo que no nos daba un buen panorama para la pesca. .
Ese primer charco lo recorrimos de punta a punta y después de probar infinidad de engaños nos dimos por vencido y comenzamos una nueva exploración. Cuando estábamos por retornar por nuestros pasos, del otro lado del camino, un arroyo muy finito con apenas un par de claros entre tanta vegetación de superficie nos tentó.
Increíble pero real, después de hacer mucho ruido en el agua, comenzaron algunos ataques de tarariras pequeñas a las ranas de latex que teníamos puestas…un ratito de placer y motivación.
Regresando en el camino vimos que ese arroyo tenía un par de claros mas grandes casi en la entrada..asi que paramos el auto y rodeándolo pudimos ir a la costa de enfrente….allí tuvimos que ir calentando muñecas y trabajando mucho las canchas empezaron a salir dinos.
La mayoría con ranas de latex con cucharita adelante, o ranas marine sport con una cucharita adelante también..a pesar de probar con infinidad de claros bien limpios, solamente alguna rana casera del tipo rebel frog, lograron tentar a las tarus sin que sea un latex.
Yo pude sacar alguna con un japonés que estrenaba, un Nories Rock Pile Craw. Ya esa captura me pagó la salida a sabienda de lo mucho que me gusta pescar con estos artificiales del sol naciente.
Pasado el mediodía y con una lluvia ya mas copiosa, cambiamos de cancha para ir a almorzar a reparo primero y entrar en otra cava, mucho mas grande y profunda. La pesca aquí estuvo muy difícil, pero con paciencia y sapiencia, las ranas de latex volvieron a regalar capturas, esporádicamente, pero capturas al fin.
En un momento dado, Mauro estaba desaparecido de la vista del resto de los muchachos, hasta que al final lo encuentro debajo de un puente, apenas me ve hace el gesto de silencio y que me acerque. Cuando llego me dice “ los llamé al celular y no me dieron bola, están allá al fondo tomando solcito” … y ahí estaban, un mar de tarariras de hermosos portes que nos regalaron un ratito de pesca violenta a pura adrenalina.
Ahí los cranks nos dieron buen resultado sobre todo con el señuelo mas rendidor que he visto para hoplias…….el hot´n tot de stom.
Al cabo de un rato se espantaron y obviamente huyeron a un lugar mas tranquilo por lo que pegamos la vuelta para disfrutar un rato del arroyo que tan bien rindió a la mañana. Al llegar, las tararias estaban activas y ya con el hot´n tot onfire logramos varias capturas casi nocturnas…un final de faena monumental.
Como diría la película de Van Damme….”Retroceder nunca, rendirse jamás”…tiene su premio. Ni la lluvia, ni el viento pudieron con las ganas de hacer lo que tanto nos gusta con quien tanto nos gusta.
Estamos cerrando un año para el recuerdo donde las alegrías pesqueriles fueron muchísimas mas que las tristezas, donde este grupo se ha terminado de asentar, de forjarse y que, con continuidad, hemos logrado disfrutar cada momento como si fuera el último...