Pirarucu o Arapaima
NOMBRE CIENTÍFICO: Arapaima gigas
TAMAÑO/PESO: Máximo promedio 300 cm x 200 kg.
HÁBITAT: Cuenca del río Amazonas, en el Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana francesa.
ALIMENTACIÓN: Cazador, carnívoro, omnívoro.
El gigante amazónico.
El pirarucú o arapaima es una especie de pez osteoglosiforme de la familia Arapaimidae. Es el segundo pez de agua dulce más grande del mundo, después del esturión beluga (Huso huso). Crece hasta superar los 3m de largo y pesar hasta 250 kg (el esturión beluga supera los 5 m y los 600 kg). Presenta cuerpo delgado, el margen ventrolateral de la cabeza relativamente redondeada, hasta 18 rayos en la aleta caudal y dientes en dentario de 2 a 2,5 filas irregulares.
En cierta época del año vive en aguas poco oxigenadas, por lo que el oxígeno que absorbe por sus branquias es insuficiente, así que debe respirar aire atmosférico (o “boquear”). Generalmente lo hace en períodos de 15 minutos, pero puede aguantar hasta 40 minutos si se encuentra en peligro o está en plena persecución. A diferencia de la mayoría de los peces con los que convive en su hábitat, su vejiga natatoria está muy desarrollada y es muy grande y vascularizada, por lo que tiene una función similar a un pulmón humano.
Vive en la cuenca del río Amazonas, en el Perú, Ecuador, Brasil, Colombia, Venezuela, Guyana, Surinam y Guayana Francesa. Su dieta consiste en otros peces y hasta de pequeños animales terrestres, incluyendo aves, que captura cuando caen al agua, o incluso dando saltos fuera de la misma.
Pescando gigantes.
Debido a su potencial como depredador, para realizar su pesca una vez nos encontramos en el territorio de este pez, principalmente debemos pescarlo con pez vivo o muerto, ya que estos peces al vivir en aguas turbias la mayor parte del año tienen muy desarrollado el olfato, también notan las vibraciones en el agua pero mejor utilizar como carnada algo que coman habitualmente para así poder tener mas éxito.
Se mimetiza entre orillas vegetadas y espera la oportunidad de atrapar a un pez; no sale decidido a cazar, espera. Aborda a sus presas con la gran boca y las aplasta con su poderosa lengua ósea y luego las engulle. Por lo que su pesca además de paciencia, es de mucha atención, pica como un pez pequeño, apenas se siente y eso se debe a que, a pesar de su tamaño, es muy delicado para comer.
Los aparejos deben ser potentes, cañas de 6 a 8 pies y de 60 o más libras de resistencia (1 lb = 453,59 g), reeles cargados con multifilamento de 60 a 80 lb y líderes de 40 cm de multifilamento suave y oscuro (no de acero, por que lo siente y rechaza el bocado), que puede ser de 120 a 150 lb y anzuelos del 8/0 al 10/0 –andan bien los ecológicos que se tragan menos y ayudan a la sobrevida de los peces–. Una de las mejores carnadas es el bentón (tararira), pero anda bien el sábalo o la yatorana (matrinchã).