Un lugar con mística
Posteado el 21 May 2011 por Walter Marquez | ,
El amor es un concepto universal relativo a la afinidad entre seres, definido de diversas formas según las diferentes ideologías y puntos de vista (científico, filosófico, religioso, artístico). Habitualmente, y fundamentalmente en Occidente, se interpreta como un sentimiento relacionado con el afecto y el apego, y resultante y productor de una serie de emociones, experiencias y actitudes. En esta definición tan fría y didáctica que nos ofrece la real academia española se esconde una realidad que nos depara la vida y que termina sorprendiéndonos, de manera irrefutable, en nuestra condición humana. Así uno crece y se forma amando a sus seres queridos, pero también amando las cosas que lo ligan a la vida y que le hacen sentir que estar vivo es un placer, un estilo, una forma de existir y no un deben, una obligación, un instinto de supervivencia.
La pesca no escapa a ello, es mas, es parte en si misma de esta necesidad de perpetuarnos como especie, pero no a cualquier precio, sino disfrutando nuestro paso, etéreo y sutil, en esta vida. Toda esta introducción filosófica parte mas que nada para homenajear al amor, fuente inspirativa, que genera una ecuación casi perfecta entre amistad, naturaleza, vivencia, disfrute y pasión. Esta ecuación magnánima, la encontramos en nuestra última salida a ese paraíso encontrado, que es Gualeguay y que sin miedo a equivocarme, ya forma parte de mi corazón y de los amigos que nos convocamos habitualmente a enamorarnos de la hermosa vida que nos toca disfrutar.
Una ves mas, con la complicidad del Febo y Eolo, nos congregamos en Puerto Ruiz, con los amigos del alma, Telmo, Angel, Mariano, Jorge y quien escribe, con la seguridad que no importa realmente como se de el día, la fiesta estaba asegurada.
Partimos rumbo al Victoria en busca de sus costas, Jorgito sabía que sus barrancas inundadas guardaban con recelo el secreto dorado. Y asi fue como comenzamos los lances. La precisión era la condición innegociable para que un tiro sea pagado por bueno o por nulo. Las barrancas estaban cubiertas de agua y para medir donde estaba el tesoro dorado había que referenciarse con pastitos emergentes y el sabio ojo de Jorge.
La caída del artilugio podía provocar o el ataque inmediato en la primera manijeada de reel o algo que la última ves que estuvimos no se había dado. Traer el señuelo y sentir un toque o dos, frenar, esperar y volver a traer y volver a sufrir el ataque mas seriamente. Esto hacia que la franja en se podía dar la captura sea desde la caída del señuelo hasta el mismísimo borde de la lancha. Sumado a que la transparencia del agua (a 1 metro de profundidad se veía el señuelo) generaba una tensión y adrenalina maravillosa.
Asi fueron saliendo las primeras corridas y saltos ornamentales de este gran pez. Por suerte la lancha estuvo pareja y todos empezamos a subir capturas con la emoción a flor de piel ante cada una.
Salieron algunos mas grandes y otros mas pequeños, pero se nota como han crecido los lingotes, siendo a mediados del año pasado, la media de 2 kilitos y en esta oportunidad casi 3 kilos era una constante. Ya estos dorados con este peso y con el aprovechamiento de la correntada de las correderas que hacen ameritan redimensionar los equipos buscando cañas un poco mas potentes.
Mariano en un ataque violento de un pez sufrió la rotura de su Daiwa Hertland de 6-14 libras. Ante esto cañas de 20 lb se afirman mejor en la pelea y ofrecen un margen mayor ante los embates de estos peces feroces. En cuanto a los señuelos utilizados la mañana fue casi exclusiva de los lipless del tipo XR100, RNR8, Clakin rap, Iron head, etc. siendo colores plateados o blancos muy superiores en rinde.
Ya por la tarde lo que funcionó mejor fueron los minnows como shiner King, inna y sobre todo las bananas de alfers que fue el artificial ganador absoluto en la general del dia. El pique se mostraba firme en el ataque y las peleas eran increíbles con saltos acrobáticos por doquier, varios dobletes incluídos.
Nos fuimos moviendo alrededor de la zona a la que llaman la verde, un complejo de arroyos inundados tremendos donde nos divertimos de lo lindo para despues terminar pescando en la boca del Victoria. Todas zonas muy conocidas del delta gualeyo, pero que al ser tan lejos del puerto nos permite pescar casi en la soledad total. Esa sensación única de naturaleza y nosotros nos llena el alma, nos enamora un poco y genera la mística necesaria para que sea un momento imborrable.
Retomamos para empezar el retroceso a puerto. Aprovechamos para pescar un par de barrancas interiores que nos regalaron varios dobletes. Que cosa maravillosa cuando el río te regala esta pesca. Los dorados estaban, querían comer y nos regalaban tremendas peleas.
Una cosa a considerar es que la gran crecida a generado un movimiento increíble de la fauna autóctona. Ratones a montones, iguanas, pajaros y, sobre todo, muchas víboras dando vueltas. Las yararás cruzan el río sin dudarlo y se acomodan en cuanto árbol, arbusto o pastizal encuentren sobre el agua lo que hace muy peligroso el arrime a la costa a buscar artificiales hundidos. A tener mucho ojo con esto.
Los equipos
Caña ABU VENDETTA 12-20 lb Xfast Medium Heavy.
Reel Shimano Curado 201e7
Multi Sufix 40 lb.
Caña Fenwick 8-20 lb moderate médium
Reel Shimano Sedona 2500
Multi power pro 30 lb.
Caña Fenwick 6-15 lb fmoderate mediumm
Reel Mitchel Mag Pro 2000
Multi power pro 30 lb.
Caña Daiwa Heartland 6-14 lb moderate medium
Reel Mitchell Mag Pro 2000
Multi power pro 40 lb.