Walter Marquez Pesca deportiva

Así como hay salidas que estan predestinadas al fracaso por mas empeño que le pongamos, hay otras que resultan en una jornada apoteótica teniendo pocas expectativas de que se concreten. Ciertamente son mas las veces en las que el guía nos termina diciendo ayer se pescó tan bien acá o el dato termina siendo un fiasco sin tener ciencia cierta del porque. Por ello uno empieza a creer o que en esto de la pesca hay mucho chanta suelto o que, en el peor de los casos, uno debe estar "salado" en mala fortuna.

Pero, cada tanto, nos toca la varita mágica, y el lugar que el guía tenía marcado resulta siendo verdadero o el dato se convierte en un tesoro a guardar en cuatro llaves. Ahi nos damos cuenta que la realidad de la pesca es eso, ir seguido, conocer gente confiable y tener esa gran cuota de suerte que se necesita en este hobbie que tanto amamos.

Todo esto hace de prólogo para contar esta primera salida del 2017 y sus devenires.¿Será de las primeras salidas, esas llamadas "saladas"? ¿O será de las que hay que guardar en un cofre con 4 llaves? Por empezar comencemos contando que la fecha inamobible del 21 de Enero estaba reservada para hacer una salida a las tarus y/o dorados de San Nicolas. El viernes anterior Juampi nos llama y nos cuenta que por un tema familiar complicado tenía que suspender la reserva. Armar otra salida guiada de un dia para el otro es casi una misión imposible, pero le mandé un mensaje a Pedro Prats en San Pedro con poca esperanza. La respuesta no fue la esperada, Pedrito no iba a salir ese sábado porque tenía un cumpleaños temprano, pero si queríamos, podíamos pescar bien temprano para estar a las 17.30 afuera.

Obviamente hacia San Pedro fuimos, preparados a pescar lo que viniera ya que había mucha agua en la zona y tentaríamos a las tarariras como prioridad para ver si despues podíamos encontrar doradillos o chafalotes. Llegamos a las 6,30hs al muelle del Club de Pescadores de San Pedro y despues de los abrazos de rigor a Pedrito comenzamos la larga navegada por el río Paraná para despues meternos en el delta profundo..

Horita larga de navegación y nos metimos en un riacho que se transformaba en una curva en un gran desborde. Anclamos contra la costa y Pedro nos dice, tiren de acá arriba para el lago del mini pantano florecido que se abría hacia nuestra izquierda.

Dami y Victor colocaron alguna rana antienganche del tipo scum frog o bad line, yo preferí empezar con la blandita de DonkB. Señuelos al agua y a la primer pasada ya hubo escaramusas que en la segunda se transformaron en tímidos ataques. En la tercera fue guerra total.

Caían los señuelos y explotaba el agua. Dobletes y hasta tripletes fueron la constante, y sobre todo, muchos ataques errados. La rabia de las malabaricus se mostraron en todo su esplendor en cada lance en superficie con ataques voladores que salian del agua en cuerpo entero, muchas veces errando el objetivo.

Así continuamos un buen rato hasta que el amigo Victor levantando una taru muy revoltosa se clavó el anzuelo z-man en el dorso de la mano. El sufrimiento que tuvimos, tanto el por tratar de transpasar todo el anzuelo para cortar la muerte, como nosotros viendo la fuerza que hacía Pedro para lograrlo fue terrible.

Despues del terrible accidente costó un poco retomar el ritmo, pero viendo que Victor de a poco le ponía garra para volver a pescar, continuamos. Al cabo de un rato decidimos bajar a tierra y caminar un poquito el desborde para ir mas adentro. Ahi la cosa se puso peor. Era impresionante la cantidad y calidad de ataques y capturas. Cualquier rana o rata que trabajara sobre los pastos era carne para ser atacada.

Paramos un rato para almorzar bajo el único árbol de la zona que nos proporcionó sombra. Al cabo de un rato volvimos a la cancha esperando que por la hora y la intensa actividad anterior la cosa mermara. Totalmente errado, nunca vimos una cosa igual, en 100 mts2 terminamos con un score de 81 capturas devueltas por mi, 70 Damian y 56 Victor. Si a esto le sumamos las erradas que siempre se calcula en este tipo de pescas como el doble de las sacadas podemos decir que tuvimos unos 600 piques recibidos hasta las 14 horas que, agotados, decidimos dar por terminada la jornada taruchera. Increíble.

Despues de semejante pesca de taruchas cualquiera podría decir jornada concluída, pero con el gran Pedrito Prats puede haber sorpresas mayores. Una de las pescas que tenía pendiente y que me moría de ganas de realizar era la caza de los fantasmas del río. El famoso chafalote es una especie rara de ver acardumada y mas rara aún de pescarla en cantidad y calidad, pero, a veces, se dan todas las condiciones y se dejan ver.

Llegamos a un cruce de arroyos donde en una punta estaba una lancha anclada lanzando al medio del río no mostrando actividad alguna. Pedro se ubicó enfrentados a esta lancha pero en la ribera contraria. Ahi salimos Dami con un crystal 3D minnow magnum y yo con una banana alfers baitcasting paleta shallow. Al 3 intento dami siente un toque y yo también, al rato dami tiene un ataque violento y levanta su primer hermoso fantasma.

Yo tuve dos o tres ataques que no pude clavar, se ve que todavía no tenía el pulso a un ataque tan violento y rápido, si no lo clavas en el momento indicado, chau siammo fuora. Pero el que insiste tiene doble premio y cuando dami se puso a descansar le agarré la caña y con el señuelo onfire levante mi primer chafalote.

En un ratito seguimos probando y ya con la banana de alfer´s logré mi segundo fantasma. El pique es un rash veloz donde un toque y llevada violento marca el ataque, si en ese instante no se clava, la captura está perdida.

Otra particularidad de esta especie son los saltos acrobáticos que pegan al mejor estilo dorado. Tambien hay que tratar de manosearlos lo menos posible con una rápida devolución ya que son muy frágiles fuera del agua.

Al ver que Dami y quien escribe tenían varios piques (la mayoria perdidos) Victor se levantó del reposo y empezó a pescar un rato logrando un par de lindas capturas con un BX swimmer 12 de Rapala que robó de mi cajita de pesca. Mientras tanto la lancha que estaba en frente nuestro cuando llegamos se fue humillada por nuestra fortuna.

En cuanto ajustamos, tanto Dami como yo, la muñeca las capturas fueron mas seguidas terminando con un record de 9 chafas subidos por mi, 7 por Dami y 3 por Victor que pescó solo un ratito por la lesión de la mano.

Realmente una salida que pintaba para no hacerse y que termina siendo una de las mejores de mi carrera deportiva. El río es pura vida, gracias a Dios, y nos sigue regalando pesca y mas pesca, simplemente hay que cuidarlo. Palabras aparte para mis compañeros de pesca, cada vez mas afirmados como grupo pesqueril, y sobre todo para ese guía espectacular que es Pedrito Prats, el mejor de San Pedro, sin lugar a dudas. Esperemos se repita prontito porque hay que aprovecharlo..