Salidita express
Posteado el 22 Oct 2023 por Walter Marquez | ,
Suspendida una salida a Bella Vista por cuestiones de tiempo y logística tuvimos que organizar (si, tuvimos, porque para nosotros es casi una obligación de salud salir a pescar) una salidita express de corto alcance.
Con esta idea en mente surgió volver a uno de nuestros páramos favoritos. San Nicolas, en el bajo Paraná, donde por lo visto en internet se estaba poniendo lindo el dorado, que era la especie que queríamos hacer en la Bella Vista truncada.
Llamamos al amigo Juampi Codina, habitual anfitrión en este pesquero, y nos fuimos a la madrugada para volver a hacer este tipo de salida ida y vuelta en el día que ya hacia mucho que habiamos dejado de practicarlas.
El equipo, esta vez, estaba compuesto por Dami, Victor y quien escribe, equipo de 3 que es lo mejor para pescar casteando todo el día desde una lancha. Llegada de rigor al pesquero, saludos y al agua pato bajo un cielo totalmente encapotado que amenazaba con pegarnos una mojada no pronosticada.
La salida ya tenía un encanto especial en la navegada. Volver a ver despues de tanto tiempo esos accidentes naturales del Paraná en esta zona es impagable. Los recuerdos de pescas memorables entre paleríos infinitos o de largas caminatas en el campo para encontrar la cueva dorada de taruchas nos invadían a cada curva que pegaba la lancha en la navegación serpenteante de este delta maravilloso.
En el trayecto Juampi nos estuvo instruyendo un poco. Dorados en palos y barrancas con bananas y dorados en los bancos con sliders y jerkbaits (este estilo de pesca nunca lo había practicado y ameritaría un ajuste de técnicas e ideas para terminar de entenderlo).
Pero vamos a las primeras barrancas y palos que pescamos. Nos costó ponernos en línea tanto con la precisión del lanzamiento como con la velocidad de llevada de las bananas (ninguna de las dos cosas es una ciencia, pero despues de tanto tiempo sin usar estos artificios y dedicarnos a otros mas dúctiles, nos costó brazos encontrar la técnica para no terminar demolidos del esfuerzo bananeril).
Ya con los brazos mas calientes comenzamos a tener mejor performance técnica y empezaron a aparecer algunos doraditos que atacaban las bananas o al golpe mismo o a la tracción, pero con bastante timidez. Muchas veces confundíamos una tranca en el barro de la barranca con una sutil mordida, pero a medida que mejoramos el entendimiento, tambien mejoramos la clavada.
Seguimos atacando las costas paleras y las barrancas. La cosa era embocarla bien en la costita y alguna actividad se lograba, pero como en la mayoría de los señuelos teníamos simples, errábamos mas de lo que subíamos.
El tema de los simples es una discución que siempre se dan en todos los foros pesqueriles e, inclusive, en nuestro propio grupo a veces no nos ponemos de acuerdo. La verdad que se pierden mas piques, cuesta mas encontrarle la boca al dorado para clavarles el simple, pero lastima menos y una vez clavado imposible que se suelten.
Despues de unas cuantas costas nos movimos a buscar unos bancos que se daban en las puntas de las islas, como continuando el terraplen bajo el agua. Ahi la pesca cambia conceptualmente, se usan jerks o sliders (señuelos muy parecidos, salvo que los sliders son mas planos, sin volumen, pero funcionan igual). Lance al agua y a recoger a toda velocidad para que el artificial de un bamboleo lateral que irrite a sus víctimas.
Algunos salieron, pero a mi mucho usar el Slider de Donkb no me gustó asi que aproveché y me fui al Inna de Marine Sports que es un minnow de paletita shallow y andaba muy bien para la poca profundidad del banco. Tambien Damián probó un crankito de Manns de subsuperficie que obtuvo actividad y Victo probó con un stick de Nakamura que fue atacado esporádicamente sin, pero sin puntería.
Llegamos al mediodía cansados de castear y aprovechamos por buscar el descanso reparador del almuerzo. Nos atamos a la punta de un islote que nos cubría del viento. A propósito del viento no hablamos de él que tambien era protagonista de la salida. Supuestamente tendríamos muy poca visita de eolo pero las ráfagas eran bastante mas fuerte de las programadas lo que hacía que costará mas los casteos, los cuerpos se cansaran mas en el bamboleo de la lancha y la actividad sea mas espaciada, sobre todo en los bancos.
Sartencita con el anafe y a preparar unos sandwiches de bondiola y escabeche de berenjena que fueron apoteóticos. Sumamos unas buenas birras bien frías y a tomar un pequeño descanso reparador, pensando si a la tarde intentábamos a las tarus o seguíamos con los dorados. La definición fue seguir con los dorados ya que Juampi no nos garatizaba un lugar que estuviera asentado de tarus, era ir a probar y tentar suerte.
Para la tarde, que siempre es mas corta en pesca, optamos por doradear y movernos mucho. Pasábamos de pegarle a dos o tres costas con barrancos y palos,para ir en busca de un banco de arena y tirar al medio del río esperando la magia del ataque oculto en la nada misma.
Los ataques se fueron manteniendo, de a ratos los encontrábamos y teníamos dos o tres ataques, de a ratos colábamos agua. Yo quería probar con algo distinto al inna en los bancos, pero el único slider que tenía no me gustaba. Ahi mismo Juampi me pasó el Jerkbait 90 de Rubí y cambió la cosa. Al tracciónarlo rápido si se veia los bamboleos oscilantes violentos y empecé a pegar algunos doraditos en las zonas bajas del río. Hermoso.
Lamentablemente, en la subida de uno de estos pequeños tuvimos un error técnico garrafal y quebré mi caña mas preciada, la IMX de Gloomis, un dolor eterno porque va a ser difícil de reponer esta espada.
Ya con la jornada terminada empezamos el regreso a puerto. Juampi se tomó el trabajo de contar los piques reales que peleamos, incluyendo los que perdímos en la pelea, y la cuenta le dió 42 dorados, nada mal.
Nos despedimos de Juampi pensando en que el resultado final no estuvo nada mal y que seguramente con mas calor y, si Dios y el río quieren, volveremos tambien por nuestras amadas y extrañadas tarariras.