Hasta que las velas no ardan

Posteado el 26 Nov 2011 por Walter Marquez   |   ,   

Y si, como que no, claro si pues. Hay que seguir en el camino hasta que las velas no ardan, pero no para solamente seguir sino para hacerlo huella de nuestra pasión. Asi es que una semana despues de la salida de San Nicolas ya pusimos proa a una nueva.

Armamos equipo con Telmo, Mariano, Mauro y este servidor y decidimos volver a ese lugar magico que nos viene regalando buenas salidas llamado Gualeguay. Ahi nos encontraríamos con nuestro amigo Jorgito para intentar nuevamente una doble, dorados por la mañana y tarariras por la tarde. Hermoso programa.

Llegamos y despues de los saludos de rigor arrancamos la larga navegada hasta llegar a la boca del Victoria donde comenzaríamos la gareteada entre palos y barrancas. Ahi picaron en punta Marianito y Mauro con buenas capturas, con lipless y algun paletudo de storm.

  
  

Como esa punta donde cortaban los dos rios resultó rendidora con esas 4 capturas decidimos bajarnos y pescar desde la costa la corredera. Ahi tuvimos buenas respuestas con Telmo y Marianito subiendo un par de doraditos mas.

Al haber tanto viento se nos hacia dificil castear desde la costa pero tambien mantanernos en esa misma corredera desde la lancha por lo que despues de un rato y viendo que no hubo mas actividad partimos nuevamente a aguas correntosas.

 

Ahi fue cuando tuve yo mi momento de gloria cuando empezamos a golpear las costas del pavón en franca gareteada. En un momento, con un lipless casero del maestro artesano Telmo, le tiré a un hilo de agua que caia del campo hacia el río.

Fueron dos paleteadas y ataque voraz que, despues de una linda pelea, me regaló un hermoso surubí pintado de la boquita. Alegría por una captura difícil y con artesanales, todo un logro.

Al rato, tambien, me puse al tanto de los dorados con una captura preciosa de un gran cabezón que atacó mi banana cucú tuneada (le habíamos limado bastante la paleta para que no profundice tanto). Un lujo.

  

Les seguimos pegando a las barrancas con muy buenos resultados de actividad y capturas. Como siempre con los dorados son mas los piques errados que los concretados, por eso el ya tener mucha actividad es muy buena medición para categorizar la salida.

Yo segui con mi banana cucu que tuvo una jornada suprema mientras los chicos estuvieron probando algunas cosas, sobre todo Telmo con sus artesanales. Un slider contdown le dió grandes alegrías asi como un paleta metálica simil al salmo whitefish.

 

    
    

Ya con la pesca de dorados asegurada teníamos que darnos el gusto de ir por ellas. Esta temporada se viene dando el doblete de ambas especies de una manera maravillosa, algo no común, pero maravillosa al fin.

Nos fuimos a los terraplenes rendidores para buscar dentro de la estancia esas cuevas tarucheras pobladas en abundancia. Tuvimos que navegar bastante para llegar, siempre de regreso a puerto, pero con el comienzo de la baja del sol comenzamos la pesca.

Ya en los primeros lances se dieron hoplias de buenos portes saliendo de las lentejillas con cranks del tipo suwart 7 como artificial predilecto. Asi pues fueron apareciendo ataques, saltos y capturas al por mayor. Un verdadero lujo.

    
    

Como la cosa estaba explosiva seguimos lanzando y pescando. Memorable la cantidad de ataques que teníamos, las capturas se sumaron una tras otra, dandole a la salida el cierre perfecto.

Sin darnos cuenta, ante tamaña pesca, pescamos y pescamos. Jorgito nos gritaba para volver, ya que todavía faltaba un gran trecho para tocar puerto, pero no había caso. Todavía ardían las velas y juramos pescar hasta que las velas no ardan.

Gracias Gualeguay, gracias Jorgito y gracias cumpas por otra pescata para la historia. Es bueno aprovechar cuando la buena está, porque nada dura para siempre, y cuando las malas lleguen tenemos que estar malacostumbrados.

 
 

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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