Walter Marquez Pesca deportiva

Despues de la tremenda urban fishing de dias pasados tocaba volver a disfrutar de un río que amo con pasión, el Paraná. Armamos equipo con Telmo, Angel, Mariano y quien escribe para partir tempranito a recorrer los 150 km que nos separa de la preciosa ciudad de San Padro. Al llegar nos recibió el amigo Mingo que nos guiaría en esta oportunidad, pero con una sorpresa en cuanto a la pesca, iríamos a las míticas piedras de la Vuelta de Obligado.

Para poder clarificar que son estas piedras comencemos por darle contexto histórico. En San Pedro el río Paraná se angosta y hace una curva en forma de "S" que dificulta la navegación. En ese mismo lugar, 175 años atrás, las tropas, comandadas por Lucio N Mansilla, junto a criollos, gauchos, indios, mulatos y mujeres, trataron de impedir que los recién estrenados barcos a vapor de Gran Bretaña y Francia -las dos más grandes potencias económicas, políticas y bélicas de la época- avanzaran sobre el territorio nacional.El 20 de noviembre de 1845 se produjo el combate de la Vuelta de Obligado en el que Gran Bretaña y Francia obtuvieron la victoria. Sin embargo, producto del heroísmo con que nuestras tropas defendieron el territorio, el combate de la Vuelta de Obligado tomó el carácter de ícono de la defensa de la soberanía.

En esa zona de la curva el fondo es tremendamente pedregoso y el agua corre con intensidad. Lo que suele pasar es que los dorados se acarduman en el fondo buscando comida que cae en el remolino que se arma con la correntada chocando con las piedras.

Dorados endemoniados...

Al llegar a la zona de pesca nos dimos cuenta de lo loco del lugar. La curva se nota perfecta en el río y una boya marca la zona mas profunda y pedregosa, ya que es el limite de navegación (como si fuera el cordón de la calle) para los grande barcos. Nos acomodamos y Mingo largó el ancla para tratar de anclarse en las piedras, increíblemente se le soltó el cabo y nos quedamos sin ancla. En esta zona sin ese elemento es imposible pescar porque la correntada es demasiado fuerte y no se puede mantener tanto tiempo con el motor prendido.

Nos pusimos a lanzar nuestros señuelos a ver si la diosa fortuna nos regalaba pescar el cabo....sí, quien escribe, con un SONAR de Heddon (chapa metálica que profundiza rápidamente) logró el milagro. Volviamos a la cancha, ahora si bien anclados, a comenzar los casteos.

No tardó mucho rato en que tengamos los primeros ataques furibundos que había que clavar con mucha fuerza para no perderlos. Asi pues, con Angelito inauguramos las capturas de lindos dorados usando lipless. Yo arranqué con el Sonar de Heddon que demostró pescar no solo sogas, sin tambien buenos peces. Angel arrancó con un RNR8 de Rapala y yo lo seguí al rato con el mismo lure en un color firetiger.

Nos acomodamos nuevamente moviendonos unos metros mas adelante para quedar del otro lado del filo del fondo de piedras. Así los lances eran desde el fondo de piedras cayendo hacia el fondo de barro. Ahi Marianito embocó unos lindos doraditos con su IronHead de Marine Sports.

Yo por mi lado, despues de perder mi Sonar que tantas alegrías me venía dando en un enganche de piedras, puse un Clakin Rap 9 de Rapala. Tremendo señuelo, tuve hermosas capturas de dorados de muy buen porte que me hicieron bailar lindo en la corredera y de lado a lado de la lancha.

Ya avanzado el día, y Marianito venía endemoniado con su IronHead. En cambio Telmo tenía esos días que todos hemos tenido alguna vez y que volveremos a tener de nuevo. No enganchaba el artificial, la traida, la distancia y cuando lo lograba y tenía un buen ataque se le soltaba en la pelea...estaban endemoniados.

Yo por mi parte, puse un señuelo distinto, el Aile Magnet F 105 de la marca japonesa Duel. Resultó excelso, los piques se sucedieron aprovechando que profundizaba lo justo para bordear la piedra lanzando hacia la zona menos profunda.

Llegada la tarde dimos por concluída la jornada pesqueril. Un nuevo lugar, una nueva técnica, un nuevo desafio. La famosa Vuelta de Obligado y sus piedras del demonío nos regalaron sus tremendos dorados, rabiosos y muy dificiles de pescar tanto por el peligro del corte de la línea con el fondo pedregoso como por la violenta pelea que dan estos animalitos en esa gran correntada, lo que puede hacer que se rompan los implementos que no esten pensados para la lucha.

Si los salminus se mantienen en este lugar, los vendremos a visitar nuevamente.