Tu hechizo de suave adicción
Posteado el 14 Oct 2017 por Walter Marquez | ,
Evitar, resistir. Tu hechizo de suave adicción. Como si fuera facil dominar mi sentir. Y saber que te vas. Y saber que la abstinencia me puede. Todo se vuelve oscuro. Y solo puedo decir.....mas, dame un poco más.
Con esas palabras de Arrancacorazones de Attaque, me pongo en situación con el tiempo que llevo sin pescar y el dolor que ello me produce. Con una lenta espera que ya llevaba 3 meses, las ganas de salir al río ya eran incontenibles, pero el proyecto de remodelación del departamento al que nos íbamos a mudar con mi familia consumía todo el capital económico que ingresaba a mis arcas. A esto le sumábamos la venta del auto de Damian, lo que hacía mas complicada la logística para ir a algun lugar cercano.
Finalmente se acomodaron un poco los planetas y logramos ponerle fecha a nuestra próxima salida. San Pedro era el destino gracias a conseguir un buen horario de micros para el ida y vuelta y la predisposición de Pedrito Prats para ir a buscarnos a la terminal. Así pues con bártulos mínimos salimos en Chevallier a las 4.30 hs arribando a San Pedro a las 7.30 horas puntual.
Nos buscó Pedrito y en 15 minutos estábamos en la Marina cargando los bártulos en la lancha que ya estába en el agua. Así pues, con un día fresco pero totalmente despejado partimos hacia el río que tanto amo. Paraná que ganas de volverte a ver tenía.
Ya en el agua la cabeza se me puso a mil y a cero a la vez. La pesca es adrenalínica y relajante, excitante y contemplativa, pasional y cerebral. Asi es ella y asi es el río, un cúmulo de antónimos que describen la misma cosa...el amor a lo que hacemos y en donde lo hacemos.
Ahora la pesca
Ahora si dediquémonos un poquito a la pesca. Arrancamos rumbo aguas arriba durante un buen rato. Despues de meternos en el sepultura la navegación se hizo larga y pausada hasta que nos alejamos absolutamente de todo rastro de vida humana. El delta sanpedrino tiene esa extraña capacidad de aislarte totalmente a escasos 150 km de la ciudad mas densamente poblada de la Argentina.
El clima era agradable aunque había un poco mas de viento del pronosticado. Pedrito nos avisaba que el río había subido bastante por un par de días seguidos de sudestada lo que iba a complicar la pesca...y no le erró. En un pequeño cruce de arroyos comenzamos los lances con artificios de latex que bajen bastante lastrados con cuchara delantera.
Al cabo de un rato de lances sobre mi blandita de donkb se presentó la explosión, lucha feroz y alegría contenida durante meses que se transformó en alegría. Un inmensa hoplias mallabaricus me regaló el primer pique y captura de la temporada. Un monstruo de río.
La actividad nunca se generó en el lugar, mas allá del monstruo, por lo que decidimos movernos y navegar un buen rato. Primero pasamos por una zona de nidada de gaviotas impresionante. Era increíble ver cientos de estas aves juntas cuidando los nidos donde ya habían desovado hacia poco tiempo.
Mas adelante, en una pequeña explayada estuvimos tirando un largo rato con casi nula respuesta hasta que con un gusano de Havoc levanté mi segunda tararira de la jornada. Mucho mas chica que la anterior, igualmente vendió cara su derrota con saltos preciosos del mejor estilo que estas bichas pueden dar.
Avanzamos mas adentro aún del delta para llegar hasta un arroyo que a sus costas se veía cubierto de vegetación en superficie. Pedrito nos indicó que bajemos a caminarla un poco y ver si abajo aparecía alguna muchachita remolona escondida.
Despues de caminarla un buen rato aparecieron las primeras capturas tanto para Victor como para Damian. Todos especímenes de buen porte incluyendo una que saqué yo con rana ZMAN que era nuevamente monstruosa. La actividad era mas de tarariras asustadizas que se corrían o que atacaban por irritación al pasarle el señuelo por la cabeza. No había voracidad, no estaban alimentándose.
Llegamos al mediodía y decidimos parar a almorzar. El calor ya apretaba intenso y, salvo el viento, el clima era ideal. Evidentemente la crecida había afectado el pique y se estaba haciendo difícil la jornada.
Despues de unas empanadas frugales regadas con un buen tinto volvimos a las andadas. Pedro nos aconsejó que salgamos hacia el otro lado del arroyo, mas a río abierto porque le parecía que había visto mas actividad en esa zona. Salimos con Victor para ese lado aunque Damian prefirió volver a la costa de la mañana y recorrerla hasta el fondo.
En esta zona, de a ratos, logramos lugares donde hubo varios ataques con algunas capturas posteriores. Yo tuve la suerte de embocar mi tercer chancho de la jornada con una ZMAN azul. Damian se arrimó desde el otro lado donde no había tenido suerte y logró meter algunas capturas en nuestra zona.
A esta altura la salida ya tenía otro color. Podíamos darla por positiva y decidimos mover buscando algun recoveco mas antes de irnos a puerto. Los primeros lugares que probamos no tuvimos suerte. En un par de costas bajas no hubo actividad alguna hasta que llegamos a un lugar que al principio yo le había dicho a Pedro que vi moverse pescado, pero no paramos.
Nos acomodamos en una costa y tiramos contra la playada de enfrente. No tardamos mas de dos tiros y explotó el agua. La actividad en el lugar fue intensa durante un buen rato regalándonos infinidad de piques errados y algunas capturas subidas. Victor metió una vaquita hermosa, yo otra y aparecieron los primeros dobletes. Este lugarcito, para cierre de la jornada, le puso el broche de oro a la misma.
Cierre
El regreso no fue el de las 80 capturas que alguna vez me regaló San Pedro, pero tampoco fue un sapo desesperado. Tuvimos que trabajarlas, no se regalaron con nada, pero los portes fueron los soñados para un comienzo de temporada. Igualmente con ráfagas finales con lo que terminamos con unas 40 capturas en total para los tres me voy mas que satisfecho.
Espero que este sea el comienzo de un nuevo renacer del grupo pesqueril y que podamos ponerle mas continuidad a las salidas. Otros tres meses de nuevo para poder estar en el río sería nefasto para mi salud mental y mi corazón pescador.