Difficile

Posteado el 27 Ene 2024 por Walter Marquez   |   ,   

Comienzo de un nuevo año y nuestro destino pesqueril sigue incierto como los últimos anteriores. Esperando tener coincidencia en el grupo de disponibilidad de fecha y, una vez que se concrete, ver a donde ir, se hace difícil ser consistentes en la elección.

El 27 de enero finalmente fue la fecha elegida, ahora encontrar el donde con tan poca antelación hace que dependamos mas de la suerte que de la planificación. Asi y todo conseguimos fecha con el Tano, un conocido guía del delta del Río de la Plata que busca las preciadas tarariras azules y con muy buena performance.

Partimos hacia el Tigre con el equipo compuesto por Victor, Damian y quien escribe. En la guardería nos encontramos con el Tano, cargamos bártulos y partimos, bajo un día diáfano. El río estaba bajo, el viento tranquilo y todas las condiciones estaban dadas para tener un gran encuentro con las hoplias lacerdae.

 

A intentar pescar

Con un clima precioso, como ya habiamos dicho, partimos de la guardería recorriendo los canales de salida rumbo al interior del delta tigrense. Al llegar nos encontramos con un lugar precioso, arroyo profundo con costas de árboles gigantes que caen sobre la costa formando accidentes naturales donde las tarariras azules puedan guarecerse.

La pesca de las azules en este lugar es por demás técnica e interpretativa. La búsqueda se da tratando de que el señuelo caiga exactamente en el primer metro de la costa, por lo general bajo la sombra de grandes árboles cuyas copas caen suaves sobre ese metro. El lance difícilismo,mas si tiras ranas de latex con cuchara, que fue con lo que empezamos.

La primera pasada realmente fue horrible, no por la pesca en si, sino por los lances nuestros. Los señuelos pasearon mas en las copas de los árboles que en ese bendito primer metro.Evidentemente la falta de entrenamiento y las muñecas fría hicieron mella en nuestra puntería.

 
 

Avanzada la mañana empezamos a calentar muñecas y a tener el timming mucho mas mejorado para encontrar ese metrito bajo los árboles. Igualmente las azules seguian brillando por su ausencia lo que nos generaba una gran incertidumbre.

Sabíamos que la pesca de esta especie en el delta argentino es difícil. Con suerte 3 o 4 ataques francos que se transformen en capturas es una jornada excelente, lo que no esperábamos era esta ausencia de piques, no sólo de las azules sino tambien de las tarariras comunes del delta, que suelen ser muy grandes y de los doradillos que se suponía había en abundancia por las últimas crecidas.

Finalmente y, con mucho esfuerzo, empezaron a aparecer ataques de tarariras criollas y de doradillos. Todos muy tímidos y que se soltaban ante el menor intento de clavada. Asi pues, aparecieron como capturas un par de hoplias mallabaricus (una muy grande) en un señuelo de goma de donkb, el Walker.

 

LLegado el mediodía nos fuimos hasta el fondo del arroyo donde empezamos a tener mas actividad de doradillos, aunque con muchas "manqueadas". Yo logré subir alguno pescando con una rana zman con cuchara, pero erramos mas de lo que no.

Con el calor apremiando decidimos aprovechar el fondo del arroyo, donde habían buenas sombras bajo los árboles costeros, para amarrar en la costa y disfrutar de una abundante picada regada de buenos lúpulos artesanales.

En la charla del almuerzo el Tano no entendía porque con las condiciones del día y del río las azules brillaban por su ausencia y tambien, la poca actividad del resto de las especies. Era algo no común, porque a medida que transcurrió el día los lances fueron mas que aceptables de nuestra parte.

 

Con la panza llena y tomando coraje por el intenso calor reinante, decidimos volver a garetear el arroyo en busca de actividad.Ya a esta altura la precisión era muy buena y pudimos peinar todos los huecos donde supuestamente viven las muchachas, pero....no estaban.

Yo, a esta altura, elegi cambiar de señuelo por un crankito de rapala el dt 3, que encontró la profundidad justa para hacer enojar algunos doraditos. Algunos piques errados y un par subidos me regaló un rato de actividad (a esta altura, eso era ya un milagro).

Los chicos tambien tenian algo de actividad con los doradillos, con suerte diversa. Dami, mas allá de que en general para todos fue flojo, tuvo un día para el olvido ya que tuvo muchos ataques y no pudo clavar ninguno....una lástima. Ya llegada la tarde decidimos pegar la vuelta a puerto envueltos en un mar de dudas pero, sabiendo, que el Delta rioplatense es así, un misterio para nosotros.

 

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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