Vas para allá?
Cualquier colectivo me lleva a Gualeguay
Posteado el 17 Jul 2010 por Walter Marquez |
Despues del tremendo pescón del sábado anterior que confirmó lo espectacular que es Gualeguay como pesquero, estaba totalmente cebado. En la semana, mientras pasaba un rato en el shop de Pescarinfo, segunda casa a estas alturas, el Negro Pilips me dice, tenes el teléfono del guía de Gualeguay, tengo ganas de entrarle. Se lo paso obviamente, y al toque le reserva para el sábado, hasta ahi todo normal hasta que me mira y me dice ¿Que tenes que hacer el sábado?
Para esta salida intempestiva se nos sumó Mati, otro enfermo mental de la pesca, que dudó una décima de segundo en decir que si. Asi pues, partimos bien tempranito desde Barracas a Guale, en un viaje motivante de expectativas. Al llegar nos recibio Jorgito con mucha alegría, tal cual es este tipazo, campechano y muy amante de la pesca. Todos al agua y a navegar la larga hora y media hasta la zona hot dorada.
Esta vez el río se había acomodado a como fue la primer salida que hicimos allá en junio, asi pues, fuimos directo al arroyo infernal. Nada de gareteadas, ni recorridas fútiles, directo a la curva a estacionarnos en la corredera y lanzar y lanzar.
Y los dorados estaban allí. No tardó nada en tenernos a pura clavada y pesca. Era tirar y tener actividad con el artificial que fuera. Nos anclamos desde un árbol que caía en la curva y flameando en la corredera, fuimos disfrutando de este lugar mágico.
Asi continuó la mañana. No nos movimos hasta la hora del almuerzo de la arriba de la lancha. No nos desatamos. Lo único que si hacíamos era cambiar de señuelo a cada rato, para intentar encontrar uno que no pesque. Una locura.
Empezamos, como es habitual con estos fríos, con lipless del tipo Clakin Rap, Ratlin Rap de Rapala, Ironhead de Marine Sports y le fuimos sumando algún paletudo como el Thundercrank de Storm o el Mid Thunder de la misma marca americana.
Antes del almuerzo continuamos con la prueba de señuelos. Aprovechando para usar algunas cucharas como la Vibrax Doble Spin o la Rattle Spin Spoon ambas de la marca Blue Fox, especialistas en el tema. Y me di el gusto de hasta pescar con vinilos como el Wildeye Seeker Shad de la marca Storm. Todo un logro.
Ya con el calor pegando traccionamos la soga para arrimarnos al arbolito que caía en el agua y tratar de tener un poquito de sombra para poder almorzar. Los chicos estaban enloquecidos, todo lo que les había dicho que era este lugar, resultaba insuficiente para lo que estaban viviendo. Realmente un disfrute para los amantes de los artificiales tener semejante pesca.
Ya avanzada la tarde y con la panza llena comenzamos de nuevo los casteos, pero increíblemente nos estaba costando activar la zona. En una de esas hacemos un lance un poco mas largo y tuvimos actividad. Se habían corrido hasta la contracurva del arroyo a unos 50 mts mas adelate.
Viendo eso, lo ideal para no pisar la lancha y seguir teniendo buen tiro fue cruzarnos a la costa de enfrente, que era una especie de playa de arena paradisíaca y bajarnos de la lancha, caminar hasta la contracurva y pescar desde ahí. Asi pues lo hicimos y los volvimos a encontrar en cantidades industriales. Era impresionante lanzar y tener ataque, que se desprendan y volver a atacar en el mismo lance mientras recogíamos.
Asi pues terminé de probar muchos señuelos como el Shallow Mac de Storm. el Tobimaru Jr. de Yo Zuri o el Viking de Marine Sports, un verdadero lujo hacer pescar tantos artificiales distintos.
Ya cansados de tanta pesca(quien lo diría que algun dia pronunciaría semejante frase) retornamos a puerto con la sensación de que esta jornada había sido memorable y que dificilmente se vuelva a repetir........o quizas no?
Gracias totales a mis cumpas El Negro y Mati y a ese excelente guía que va forjando una amistad en cada salida que es Jorgito Cot. Ojalá el colectivo que siempre va a Gualeguay vuelva a pasar rápido por la puerta de casa.
