Tómalo o déjalo

Posteado el 30 Ago 2024 por Walter Marquez   |   ,   

Y por fin llegó el momento de una nueva aventura internacional. En este viaje elegimos ir por uno de los míticos lugares amazónicos, la cuenca del negro y sus afluentes. El lugar de los gigantes.

Arrancamos con algunas cenas previas donde hablamos de la expectativa de encontrar los grandes temensis, pero tambien con la certeza de que no es un río fácil y que son plenos, a todo o nada.

Nos encontramos en aeroparque, con toda la emoción, donde nos embarcamos en un largo viaje con parada en San Pablo, para llegar a la ciudad de Manaos, unas 20 horas despues de haber comenzado con el primer vuelo.

  
  

Ya en Manaos, nos tomamos todo el día para recorrer un poco la ciudad. Fuimos a su famoso puerto donde primero encontramos una casa de pesca, bastante normalita, pero con muchos buenos tesoros en señuelos, asi que ahi ya empezamos el operativo me gasto todo.

Tambien recorrimos el tremendo mercado central, donde hay frutas, verduras, carnes y el sector mas grande, populoso e impresionante que es la pescadería. Al principio da impresión ver tantos peces, de esos que nosotros vamos a ir a buscar pescar, como trofeos, hechos filete o esperando serlos. Pero la realidad es que nuestra vista de pescador deportivo tiene un contrapunto con la realidad de la mayoria de las personas que viven en la zona...el pescado es su alimento y medio de vida.

Por la tarde, despues de un maravilloso pachuzón en la pileta del hotel donde nos hospedábamos, aprovechamos para internarnos en ese lugar mágico que es la casa de pesca Sucurí, la mayor y mas especializada que he visto en mi vida en cuanto a pesca de señuelos existe. Ahi dejamos muchos pero muchos dólares aprovisionándonos de señuelos que sólo aquí encontramos, como con ropa, cañas, y demás elementos únicos para nuestra actividad. La juguetería mágica de todo pescador, visita obligada en cada viaje que hacemos al Amazonas.

  
  
  

Al día siguiente, bien tempranito en la madrugada, nos vinieron a buscar para emprender el último tramo de nuestro viaje. En el aeródromo local tomamos una avioneta rumbo a la mítica ciudad de Barcelos en un recorrido increíble observando desde las alturas inmensidad de ríos, riachos y selva en estado virgen. Glorioso.

Al llegar nos aprestamos directamente a puerto, quedando la recorrida de esta antigua ciudad portuaria para el regreso. Al llegar nos esperaba lo que sería nuestro hogar por los próximos 7 días, el barco Tayacu3, un navío para 14 pescadores, con camarotes dobles, comedor de almuerzo/cena y terraza de descanso. Todo el confort, incluido internet starlink, que hace muy pero muy amena la aventura.

  
  
 
  

La pesca

Habitualmente,en este tipo de notas de varios días, desarrollo la misma día por día. Pero la pesca en el Negro, como dijimos, es a todo o nada, y esta vez fue bastante dificil y pobre como para tratar de camuflarlo, cosa que a mi no me gusta.

Ya sabíamos el riesgo al ir al inicio de la temporada donde queríamos evitar el repiquete del río y que los peces esten demasiados pinchados, pero la contra es que el río está alto y no siempre se puede encontrar buenos lugares para pescar.

Asi pues, salimos de Barcelos navegando en el Tayacu hasta el almuerzo donde bajamos a las lanchas para pescar media tarde, mientras seguía subiendo el barco. De la mano de nuestro grandísimo guía Robertao, encaramos para el delta del mismísimo Negro

Al llegar vimos lo que temíamos, mucha agua, lo que hacía que encontrar lugares buenos de pesca se hacía difícil. Igualmente empezamos a subir algunos lindos pequeñines pacas (casi todos salieron asi demostrando que estaban en esa parte de la temporada donde se estan todavía apareando). Mi actividad se basó casi exclusivamente en jig de color rojo y Victor metío alguno mas arriba pero los tucunarés estaban mas abajo.

  
  
  
 

A la noche el barco navegó sin prisa pero sin pausa para empezar a arrimarnos a la zona de pesca. En la madrugada cargamos equipos y partimos con la lancha rumbo a la boca del Rio Cuini y si frondoso delta. La primera impresión era la misma del día anterior, mucha agua.

Asi pues transcurrimos casteando palo y palo, arriba, al medio, abajo. Con lances jugados, con lances cortos, y la realidad es que la respuesta fue pobrísima. La actividad casi nula, y la zona de influencia habitual muy metida adentro de la mata lo que no nos daba mucho margen de maniobra.

Finalmente nos fuimos a almorzar a la isla donde nos encontramos con algunos de los chicos y disfrutamos de un momento ameno, no solo comiendo sino tambien, metidos en el agua porque el calor era casi sofocante.

Con la panza llena seguimos pescando un poco a la tarde, mejorando algo el movimiento de peces y capturas. Nada increíble, pero, mejorando al fin. Casi todo a media agua, con minnows stickeados tipo el bora 14 o el imbatible bravita 110 de Marine Sports.

  
  
  

Ya bien metidos en la cuenca del Cuini continuaron nuestros días de pesca. Difíciles, de a ratos, se ponian a comer el pescado, de a ratos desaparecía por completo. Un misterio realmente misterioso. A veces lo escuchabas cazar dentro de la mata donde era imposible llegar, a veces lo teníamos en zona pero ignoraba completamente los señuelos.

Tuvimos un par de días donde solamente una pieza decente de Victor alegró el día, hasta que de repente se activó y con mi bora 14 se ponian activos y rabiosos. Inclusive, hubo una tarde en la se me dió en una corredera clavar una corvina de rio hermosa y un par de Acarás (escalares amazónicos). Mas allá de esos momentos, paradójicamente, la inconstancia fue la constante y en general en todas las lanchas se fue dando de la misma manera, mas allá de que aparecieron algunos trofeos, trofeos.

  
  
  
  

Ya bien adentrada la salida, nos encontramos en el punto mas arriba que pensábamos llegar, la boca del río Alegría descargando en el Cuini. Allí las esperanzas subieron mucho, mas cuando al empezar a recorrer el delta interior veíamos que el caudal de agua estaba alto, pero en buena posición. Al empezar a dejar barrancas a la vista, la posibilidad de encontrarlos ahi era mas alta.

Y la realidad fue que de a ratos aparecieron rush de buen pique, de a ratos la nada misma, como vino siendo toda la salida. En estos rush tuve un poco mas de suerte y pude levantar varios pescaditos con uno que ya era algo mas generoso en su porte, y sobre todo, en su pelea. Como venia siendo hasta ahora,la media agua dominó la escensa con minnow y bravas. Lo desconcertante era la poquisima efectividad de los jigs, que cuando el río está asi, es lo mas efectivo. Cosa e mandinga dirian por ahi.

  
  
  

Seguimos probando en el Alegría con resultado dispar. Algunos pescaditos aparecieron, remolones en su ataque. Vimos mucho pez moverse entre los palos donde no había forma de llegar, pero cuando llegabas al point, las posibilidades de ataque mejoraban. Evidentemente eran esos días donde la técnica de lance, el trabajar los artificiales y encontrar el lugar justo eran indispensables y asi y todo, no garantizaba captura. Yo hice un cálculo muy burdo personal, arranque en 1-2-1 (1 lance preciso, 2 cortos, 1 pesca de macaco) y terminé en 2.5-1-0.5 (2.5 lances precisos, 1 corto y 0.5 pesca de macaco). Brutal la diferencia cuando se mejoraba el lance.

Como contrapartida, los momentos de relax y placer, tanto en los almuerzos isleros como en las nocturas en el barco fueron fantásticos. Siempre la camaradería y buena onda da un plus, mas cuando las cosas en la pesca no se dan. No todos entienden que la magia de la pesca es que nada está asegurado, por lo tanto, el estar pescando ya es el gran logro del viaje, los trofeos son la frutilla que a veces se dan, a veces no.

Para cerrar estos días de aventura tuvimos una cena top top en la terraza donde terminamos de disfrutar la camaradería del equipo de los 8 argentinos que fuimos y los 6 brasileros que se unieron al barco. Maravilloso momento. Ya al día siguiente, para ir cerrando el viaje pegábamos la vuelta a la noche. La idea, terminar pescando nuevamente en el Negro, bien cerca de Barcelos, antes de salir del agua.

  
  
  

Para el final nos reservamos lo maravilloso y raro que es la pesca. Despues de 5 días complicados, habiendo navegado muchos kilómetros y no habiendo tenido demasiada fortuna, esperábamos que la cosa en el Negro, cercano a Barcelos, donde hay muchisimas lanchas dando vuelta, sea igual o peor de flojo. La realidad nos sorprendió gratamente.

Sin llegar a ser una locura, empezamos a encontrar pescado acardumado en las entradas de agua hacia el interior de las islas. Todas esas boquitas pagaban con varios ataques y capturas. Algo parecido a lo que vinimos a buscar, sin llegar a aparecer ninguna bestia, se nos dió en esa media mañana.

Tambien recorrimos una barranca bien alta donde el agua le corria abajo. Lugar con palerío hundido, lugar pasible de ataque. Obviamente seguimos todo a media agua por la gran cantidad de ese liquido presente, pero la verdad se dió mas que bien y disfrutamos de un pequeño show de despedida.

  
  
  
  

Ya para terminar, almuerzo en el barco y llegada a puerto en Barcelos. Nos quedamos una noche en esta ciudad tan típica del Brasil profundo y la recorrimos un poco conociendo la idiosincracia del lugar. Barcelos es una ciudad pequeña de 28 mil habitantes, donde la pesca es el sustento mayor, tanto para alimentación propia como para turismo, siendo el punto neurálgico de la pesca en toda la zona de confluencia del río Negro.

Yo, personalmente, con el viaje terminado, me quedé con la sensación de que el lugar es mágico, con un potencial enorme pero que no tuvimos suerte. Algunos de mis cumplas habían venido en enero y habían realizado una pesca increíble, esta vez no me tocó. Así dicen que al Negro lo amas o lo odias, lo tomas o lo dejas. Sigo pensando en darle otra oportunidad, no va a ser la última que vez que lo visite.

  

Los cumpas

  
  

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

Contactame

Si necesitas algun dato no dudes en contactarme