Walter Marquez Pesca deportiva

Despues del excelente encuentro del foro de Pescarinfo del año pasado, la ansiedad para que se hiciera en próximo sería tremenda. Así pues, exactamente un año despues, se volvió a juntar la manada de pejerreyeros en este espejo tan maravilloso llamado Cochicó. La concurrencia este año sería parecida al anterior con unas 50 almas deseosas de difrutar de la camaradería de este amado deporte.

La metodología fue igual a la del anterior encuentro, una vez armada la lista de participantes tratamos entre todos de acomodar los autos para que nadie se quede sin viajar. Asi pues el viernes a la tarde empezaron a salir carabanas de autos desde distintos lados del pais, de Córdoba a Gral Pico, de Tres Arroyos a Mar del Plata.La consigna era llegar al anochecer para juntarnos en las cabañas que estan dentro del pesquero y hacer una gran picada comunitaria entre todos los participantes.

Yo viaje con Mariano Sportex a pura risa durante los casi 500 km desde Buenos Aires hasta llegar a Guaminí donde entramos al pesquero Puerto Cochicó. Ya ver la ballena gigante es saber que estamos en Cochicó.. Allí nos acomodamos rápido y ayudamos a todos a ubicar la cabaña que le tocaba en suerte. Repartimos las mojarras que habíamos comprado en Monte (y guardarlas en la heladera para que se conserven vivas), para despues si, ir a disfrutar de la intensidad de la picada y a dormir.

Nos levantamos bien tempranito ya con las cosas listas para caminar los 100 metros que nos separan del muelle. Ni bien llegamos nos recibió ese imponente amanecer que nos dejó helados, fotos de rigor, salutaciones, buenos augurios y a tratar de encontrar cada uno su trucker.

Como es de imaginarse subir a 50 personas todas juntas en 10 embarcaciones no es poca cosa, asi que la largada fue lenta y trabajosa. La laguna tenía mas de medio metro menos de agua que su caudal normal y eso se veía en el embarcadero donde se podía caminar por fuera del muelle con el agua a la rodilla. A mi me tocó en suerte un trucker compartido con Alvaro y la banda de cordobeses compuesta por Maxi, Lucas y Lodi, diversión asegurada.

Nuestro trucker salió directo hacia la zona conocida como "Las bombas" para intentar un lento garete entre éstas y la zona conocida como "El techo verde". Líneas al agua y a esperar los primeros piques que no tardaron en aparecer. Pejerreyes vigorozos de buen porte, media 30 cm, que picaban a unos 0,80 cm de profundidad. No hubo una caña en particular que tuviera mayor efectividad, todos pescamos realmente bien desde que lanzamos los aparejos al agua..

Al mediodía la cuota de peces estaba totalmente completa por lo que paramos a realizar una clásica picadita cordobesa con fernet incluído, un verdadero lujo. Con la panza llena el guía nos dijo de movernos a ver si encontrábamos los trofeos que esta laguna tiene escondida y, de paso, sin decirlo, corrernos del lugar donde estaba el herbidero de pejerreyes asi no nos pasábamos de la cuota.

Obviamente, al acercarnos a la costa del Nilo, bien pegados a la costa, el pique mermó bastante y empezamos a devolver todas las capturas. No encontramos el grande pero, si seguimos levantando lindos pejes de hasta 40 y pico de cm, siempre a 0,80 cm de profundidad mas o menos. Un lujo ver a los cordobeces no tener que usar ni paternoster ni chiripa para pescarlos al fondo.

A la salida de la laguna nos encontramos con el resto de las lanchas. Muchas habían pescado tan bien como nosotros, otras les costó un poco mas encontrar los cardúmenes, pero en general todos estaban por demás satisfechos, asi que el clima en el muelle fue bien festivo.

Pero lo mejor de la salida aún estaba por venir. Despues del baño de rigor en la cabaña y de dejar todo el pescado que llevaríamos fileteado y listo nos encontramos en el quincho principal del Club de Pesca de Guaminí que tiene dentro del predio y disfrutamos de un impresionante asado para 50 personas que estuvo a cargo de las excelentes manos de Diego, Jota y Claudio.

Realmente un encuentro redondo, de esos que jamás se olvidarán. Mas allá de lo que depare el destino, en estos tres días que etuvimos juntos, fuimos una familia de 50 tipos que aman lo que hacen y que comparten esta pasión.

Para terminar esta nota subo algunas fotos de las otras lanchas como para que las palabras y los nombres sean imágenes de amigos que quedarán en el recuerdo de un día realmente glorioso.