Locuras de invierno

Posteado el 6 Jun 2014 por Walter Marquez   |   ,   

Despues de la buena pesca realizada en San Nicolas se hacía fácil decidir cual sería la siguiente hasta que nos enteramos por Juampi que el agua seguía revuelta y el pique que tan auspiciosamente nos regaló en mayo se había esfumado. La cosa estaba mucho mas dura por lo tanto a buscar nuevas alternativas.

En principio pensamos retomar el revival pejerreyero volviendo al Guazú y de paso tentar algun cabezon, pero finalmente rondó por nuestras cabezas otra idea tentadora. Jorgito Cot tenía un par de estancias nuevas para pescar tarariras y las mismas estaban a pleno con muy buena pesca a pesar del invierno.

  

Volver a Gualeguay es no sólo volver a uno de nuestros pesqueros favoritos sino volver a ver a Jorgito que mas que un guía es un amigo de la vida. Un gran tipo de verdad con el que hemos compartido otros destinos pesqueriles como compañeros de aventuras. En esta salida el team estuvo conformado por el Ingles, Telmo y quien escribe. Un power trío aceitado y con muchas ganas de tarariras.

Llegamos a Gualeguay en pleno centro y nos encontramos con Jorgito, abrazos de rigor y a recorrer las nuevas estancias. Despues de pasar varias tranqueras comenzamos en el primer charco. Como casi todas las estancias de Jorge en la zona, los lugares de pesca son los canales de desagote de los campos que con el tiempo se van llenando de agua estable y se van poblando de peces.

  

Probamos con todo lo que habitualmente se utiliza para las hoplias con este frío. Ranas lastradas con cucharitas para evitar los pastitos semisumergidos, highlander o algun otro gusano en igual montaje al de las ranas. Al rato de la no efectividad empezamos a probar algunas otras cosas como crankitos subsuperficie y algun señuelo de superficie como la moss boss o algun popper.

La respuesta venía siendo nula nula, evidentemente lo crecido de la zona, mas el fuerte viento y el frío reinante hacía casi una misión imposible despertar alguna tarucha con nuestros engaños.

Pero como dice el refrán, el que busca encuentra, despues de tantas variantes y lances y cambios de velocidad en la recogida, tuve el primer pique de la jornada en una rana de zman, la ultra frog, que me regaló una tremenda tarucha. Gracias a Dios la efectividad estuvo de mi lado, fotos de rigor y a seguir pescando.

  

Despues de esa taru osada no tuvimos mas respuestas por ende a movernos. Seguimos levantando tranqueras y recorriendo el camino de la inmensa estancia hasta llegar a un nuevo punto elegido por Jorgito. Cañas al agua y durante un buen rato nada de actividad hasta que Telmo y yo tuvimos toques no concretados, tan tímidos que ni siquiera se podían considerar ataques. A movernos de nuevo.

Llegamos a una zona donde el canal estaba mas desbordado y formaba un amplio remanso. Acá es la mejor zona nos dice Cot, y ahi fueron nuestros engaños. Dos tiros y Telmo con un paseante casero hundido obtiene una preciosa tararira, fuerte, limpia, entera en la cola y muy gorda, esto nos da la ´pauta de que estan en un hábitat natural ideal para ellas, con buena comida y sin predadores cercanos, salvo ellas mismas.

Cinco minutos despues, con un rapala subwalk, el Ingles obtiene otra preciosura de muy buen porte que lo hizo saltar de alegría. Ya todos teníamos una captura, salvo Jorgito al que empezábamos a gastar por su condición de local en derrota.

  
  

Por un buen rato el charco dejó de mostrar actividad alguna hasta que el Ingles logró otra preciosa captura, pero esta vez, lanzando hacia el otro lado del camino en una zona apenas inundada, asi son estas turras se esconden en donde sea gracias a su facilidad de manejarse en poquita agua, el señuelo rendidor fue el inefable DT1 de rapala.

Mientras Telmo luchaba con una tarucha esquiva que le regaló un par de ataques tímidos, yo opté por poner mi arma asesina. La Raijin Jiariya de Imakatsu me ha resultado una rana mortal gracias a la posibilidad del doble montaje de cuchara, tanto delantera como trasera. Siempre que salió a la cancha volvió con alguna captura y esta vez no fue la excepción, segundo tiro tracción bien lenta y ¡zas! mordida brutal, dejo que la acomode bien en la boca la rana y clavo con fuerza.

Fueron unos minutos gloriosos de lucha entre la señora y yo. Ella presentó batalla hasta el final, de hecho casi se cae en la barranca cuando la izamos. Con lo escaso de capturas ese día, perder semejante animal hubiera sido lo peor que me podía pasar, gracias a Dios subió a tierra,se sacó las fotazas de rigor y volvió raudamente a su guarida a preguntarse que tren le pasó por arriba en cinco minutos.

  
  

Definitivamente agotado el lugar movimos nuevamente llegando a otro sector del campo donde se cruzaban las aguas de dos canales de desagote. En uno de ellos se observaba bastante lentejillas en superficie, ámbito ideal para las taruchas friolentas, y hacia alli fuimos. Mis primeros lances tuvieron un par de tímidos ataques que fallaron por lejos y nada mas.

Avanzamos un poco mas y comenzamos a tener todos algunas escaramusas en superficie, sobre las lentejillas, aunque como eran bastante fallidas ninguna se transformaba en captura. Cuando la cosa mejor pintaba Telmo logró clavar una hermosa tararira con un popercito casero encaramado con un doble por detras. La pieza mereció los vitores de todo el team. Seguimos probando y se me fueron dos piques preciosos que logré afirmar pero que me robó la captura la espesa mata de lentejillas.

Sin mas que hacer en el lugar volvimos sobre nuestros pasos al primer arroyo que tanteamos a la mañana temprano. Ahi la cosa venía siendo nula hasta que el Ingles clavó una linda hoplias con una ranita bad line blanca. Ante esta situación llegó el momento de las chanzas en cuanto al marcador ya que el Ingles llevaba 3 capturas, Telmo y yo 2 y Jorgito venía en 0.

Grave error festejar por anticipado, Jorge se envalentonó ante la cargada y clavó 2 hermosas taruchas seguidas en 2 minutos con un sapo bad line cardenal. Ahi nomas con el tanteador tan cerrado comenzaron las cargadas mutuas y los tiros apurados en busca de empatarle el score al Sr de Lujan. Y ahi Jorgito tiene un pique precioso que clava, la tarucha salta rabiosa y cuando parecía que la arremetida final del gualeyo llegaba al empate la muy turra suelta el engaño dejándolo con cara de incredulidad a todos, menos al festejante Ingles, que también pudo definir el partido con un pique que se le fue calcado al de Jorgito.

  
  

Risas al margen, llegó la hora del regreso, dando por terminada una jornada durísima de pesca de taruchas en invierno. Si no hubiera sido por la crecida y el viento constante seguramente hubieramos arrancado algunas hoplias mas a esta inacabable estancia de Gualeguay, los calores vendrán y seguramente volveremos a esta cancha porque tiene un potencial tremendo.

Gracias Gualeguay y gracias Jorgito Cot por otra notable salida.

Notas Recomendadas

Por que devolver

Muchas veces se discute si el pescador deportivo es realmente el culpable o no de la depredación de nuestros peces. Muchas veces la conclusión es no. Esto no nos exime de ser responsables de cuidar el recurso que tanta vida nos da. Un pez devuelto es quizas la futura captura de tu hijo

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