Guazú Gourmet
Posteado el 10 Jun 2007 por Walter Marquez | ,
Este año se ha dado algo que hacía mucho tiempo no se veía y que está haciendo las delicias de los pescadores deportivos. En la zona del Paraná Guazú, segundo puente de cruce entre Zarate y Entre Ríos para ser mas precisos, ha entrado una cantidad impresionante de pejerreyes tratando de remontar desde el estuario hacia el interior del guazú, en busca del desove habitual de esta época.
En esta zona, hay variedad de recreos con muelles al río que dan al pescador la oportunidad de realizar un día de pesca y familia que muy pocos lugares cercanos pueden ofrecer. Habitualmente hay dos tipologías de muelles, la primera es el muelle en la misma ribera del recreo, donde la pesca se debe hacer caminando y acompañando las boyas en su derive por la correntada, ésta modalidad necesita de la destreza del pescador para evitar enganches entre los mismos por la caminata.
La otra, es la de los muelles enclavados dentro del mismo Paraná Guazú, a donde los dueños de éstos nos alcanzan con truckers destinados para ello. Aquí la pesca es mas quieta, ya que los muelles son para un máximo de 6 pescadores, y donde la correntada, a pesar de hacerse sentir, es menor, esto no quiere decir que no se deba caminar, pero, al ser muelles exclusivos del grupo que lo reserva, los pescadores se acomodan a sabiendas de la forma de pescar y de la experiencia de cada uno, evitando en gran medida los enriedos característicos de pescadores que no se conocen.
Entre estos últimos y dados los buenos resultados que se estaban dando decidimos probar en los muelles de la Blanqueada. Uno de los mejores de este recreo fue el que Diego reservó.
El muelle N° 14 del complejo, frente a la Isla Botija, está enclavado en el cruce entre el guazú y un arroyo que ingresa en el delta de esta zona, por lo que hay una doble corriente que se cruza y permite mantener mejor las líneas en una zona y por otro lado tener un gran caudal de agua oxigenada permanentemente que tienta a los pejerreyes a mantenerse en esa zona .
Para el evento Diego advirtió que él se encargaba de lo comestible y la documentación fotográfica dará cuenta de la deliciosa manera en que lo hizo. Algo a tener en cuenta es que el cruce hacia los muelles se realiza mediante un par de embarcaciones que no cuentan con comunicación radial y que obligó, ante la espesa niebla, a esperar a que la misma disipe (algo) como para no ser llevados “puestos” por alguna embarcación.
Aproximadamente a las 8:30 ya en el muelle empezó el despliegue de líneas en el agua en varias opciones de tres, cuatro y cinco boyas de medianas a chicas o muy chicas con profundidades desde 60 hasta 20 cm.
Los piques aunque espaciados no se hicieron esperar por la forma de tomar la carnada y las primeras capturas hasta eso de las 12:00 nos dio la pauta que el mismo se daba más en las profundidades de 60 a 40 cm. si bien en forma celosa cuando la clavada era certera se notó un ágil y sano pejerrey que llegó a dar hasta algún salto acrobático.
A las 12:30 perdimos un Pescador y surgió “El Chieff” que comenzó a encender el fuego en primer lugar para la cocción de los ya famosos chorizos y morcillas que Él consigue. Pero el ágape tenía continuidad en una Bondiola con champignones, panceta, puerros, cebolla, vino, mostaza al disco que me es muy difícil describir el disfrute que brindó en nuestros paladares.
La verdad que esto tambien es parte importante del disfrute de la pesca deportiva. El poder compartir con amigos, no sólo un pique o una corrida, sino tambien un instante de camaradería donde nos sentimos parte de un todo, es un estado de gracia.
Despues de la opípara comida volvimos a las armas, ya con el sol pegándole fuerte a todo el río y con la bendita neblina siendo nada mas que un recuerdo. Los piques se hicieron desear hasta que empezó a aflojar un poco el sol y nuevamente, de forma tímida, comenzaron a salir pejerreyes.
Las capturas casi todas daban la medida eso si lo encontramos bastante flaco rondando entre los 27 y los 30 cm. con algunas sorpresas que sobrepasaron esa medida. Hay que destacar la utilización de líneas de boyas chicas, si son de las clásicas de 3, o de boyas yo yo, o microboyas para el armado de líneas de 4 o 5 boyitas por línea.
Esta es la que mas funciona por estos lares, con anzuelos 4 de mustad, y fundamental, el puntero pescador, infaltable para poder lanzar bien adentro del río. El 403 de Criterio es uno de los mejores en el mercado, ya que se balancea con carga de municiones para que pesca flotando a 45 grados. Esto hace que derive semihundido con mucho movimiento del tipo sube y baja, dándole mucha vivacidad a la carnada elegida.
A eso de las 17:45 nos dispusimos a brindar como broche de una buena jornada de Pesca muy cercana y diría económica que nos brinda el Guazú. No se da siempre y hay muelles que son mejores que otros tanto en ubicación como en comodidad, pero cuando se sabe que el pescado está pasando desde el estuario por este lugar hay que reservar con tiempo y la pesca está asegurada.