Rosario siempre estuvo cerca
Posteado el 08 Ago 2010 por Walter Marquez | ,
En esta vorágine pesqueril que estoy teniendo en el 2010 estaba dispuesto a tratar de pescar en la mayor cantidad de lugares posibles, ya que la pesca es tan cambiante que hay que aprovechar cuando el viento a favor nos impulsa.
Así pues, cuando un amigo del foro de Pescarinfo, Claudio, me dijo si tenía ganas de ir a pescar a Rosario, ni lo dudé. Y hacia allá fuimos. Claudio me pasó a buscar con su señora, Cristina, gran pescadora también ella. De allí hicimos 300 km hasta Rosario donde decidimos pasar la noche en un hotel para salir a pescar bien temprano a la mañana.
A las 7 de la mañana pasamos a buscar a Lucho, un rosarino amigo del foro, que nos oficiaría de guia local. Asi salimos de puerto navegando el Paraná para cruzarlo en todo su ancho y pasar por debajo del puente Rosario-Victoria donde nos metimos en unos arroyos alivianadores del Gran Paraná.
Al llegar al arroyo nos bajamos a la costa y a probar. Todo con señuelos y con la premisa de encontrar esos doradillos que tan bien poblada tenía la zona despues de la creciente. Al cabo de un rato, empezaron a aparecer. El lanzamieno tenía que ser bien preciso y caer justo en la costa de enfrente a donde estábamos pescando, al recoger, era un ataque, o lo clabavas o desaparecía.
Así pues, con señuelos de paleta corta como el Crystal Minnow de Yo Zuri o con lipless del tipo Clakin Rap de Rapala comenzamos a tener nuestras primeras capturas de doradillos medianitos pero bien vigorozos.
Seguimos aprovechando el lugar que nos invitaba a no movernos. Había que trabajar la costa caminando un poco la costa y lográbamos las capturas. Al ser el arroyo tan angosto y ser paso de lanchas en el delta, teníamos que esperar era a que se calmara el agua cada vez que pasaba una lancha. Aditamentos que hacen la pesca mas difícil y desafiante a la vez.
Me sorprendió gratamente Cristina, el empeño y las ganas que le ponía y la calidad técnica para lanzar y trabajar los artificiales era encomiable. Obviamente todo eso tenía su premio y, de a ratos, nos llenó literalmente de escamas.
Ahi mismo dedicamos un rato a comer unos ricos sandwiches que habíamos preparado. La idea era movernos en cuanto aflojara el pique en la zona pero todavía no había sucedido y, por ende, preferimos quedarnos en el lugar a buscar nuevos points.
Asi pues, arrancamos post almuerzo igual que antes del mismo. Doradillos atacaban los artificiales cuando encontrábamos la profundidad justa y el agua se calmaba. Asi fuimos disfrutando de la pesca hasta que se empezó a dar muchas lanchas seguidas pasando y, por ende, a complicar la pesca. Nos subimos a la lancha y navegar un poco por este hermoso delta rosarino.
La realidad es que no tuvimos buena actividad en el delta interior y solamente pudimos pasear y conocerlo. Evidentemente el pescado estaba desde la boca del Paraná hacia adentro pero todavía no se habia ido a desovar a los lugares mas reparados.
Así pues decidimos volver, probar en la zona hot que estuvimos todo el día para dar por terminada la jornada. Obviamente, a estas alturas, el lugar no rindió como antes, pero igualmente pudimos sacarle varios cabezoncitos, antes de emprender el regreso.
Ya en puerto, saludos de rigos con Lucho que tan gentilmente nos llevó a conocer sus secretos, y regreso a casa. La jornada fue realmente espectacular, muchos doradillos en la zona, producto de la gran crecida de este 2010, que vale la pena aprovechar lo mas que se pueda.
